Conocé Cuba, un destino que tiene de todo

Con pulserita all inclusive o en una casa de familia, el turismo es el gran motor de Cuba, en cualquiera de sus versiones. El idilio del sol y el mar tibio, mojito en mano, se materializa fácilmente en cualquiera de los cayos e islotes que se desprenden de la isla más grande del Caribe. Pero es imperdonable llegar a Cuba sólo para hacer playa. Al menos, dos días en la anacrónica ciudad de La Habana o una visita al mausoleo del Che, en Santa Clara, son experiencias primordiales para sumergirse en la cultura local. Si hay tiempo, también vale la pena hacerse una escapada hasta Trinidad y Cienfuegos o hasta Santiago de Cuba, en el otro extremo de la isla.

Pocos países despiertan tanto interés y curiosidad como este. Es un caso sui generis. Un gran experimento, como los autos que circulan dentro de la isla, modelos norteamericanos de la década del 50 que en otras partes del mundo estarían en garajes de coleccionistas y acá son moneda corriente.

Santa María. En el norte, es el más nuevo y prometedor. Una sucesión de resorts de lujo y un mundo extrahotelero llamado "pueblo", con bowling, disco y restaurantes étnicos.

Cayo Ensenachos. Al lado de Santa María, tiene la mejor playa de este archipiélago. El privilegio de pisar estas arenas finas como talco se reserva para los que se hospedan en el hotel Iberostar. Por sus lujosas suites con mayordomo pasaron Sting, Plácido Domingo y varios presidentes.

Cayo Coco y Cayo Guillermo. El sur también tiene lo suyo, y este dúo de cayos aledaños es un clásico vigente, con fondos marinos que abundan en peces y arrecifes de coral. La perla de la zona es la playa Pilar. Lejos de las multitudes hoteleras, se mantiene virgen y custodiada por dunas altísimas. Es una buena oportunidad para compartir playa con familias cubanas y hacer la plancha sin preocupaciones.

Circular por sus calles empedradas es descubrir fachadas descascaradas y fuertes que se entreveran con edificios barrocos, neoclásicos, art déco y art nouveau. Lo primero que hay que hacer es caminar el Malecón, en el sentido que sea, para descubrir la esencia habanera. Como es inagotable, va una lista –arbitraria– de imperdibles de La Habana: visitar la Plaza de la Revolución, tomar un helado en Coppelia (de la película Fresa y chocolate), revisar libros de segunda mano en la Plaza de Armas, pasear en un viejo Cadillac por el Paseo del Prado, caminar la calle Oficios y escuchar trova en el jardín del Hotel Nacional.

Asatej: 7 días en La Habana + Cayo Santa María (y desde ahí conocés los demás cayos) por US$ 1813. Incluye aéreo, traslados y hotel. Más info: www.asatej.com.

Falabella: 7 días en la Habana + Cayo Coco con aéreos, visa cubana, traslados y hotel por precios que parten desde los US$ 2835. Más info:www.viajesfalabella.com.ar.

Lan: opera 3 vuelos semanales a la Habana vía Lima a $10.500 y ofrece paquetes de 7 días con aereo y hotel desde US$ 2040. Más info: www.lan.com.