El primer día de clases
Dalia Gutmann nos habla sobre el arte de empezar la primaria. ¡Todo un desafío!
9 de marzo de 2014
El primer día de clases; todo un evento - Créditos: Corbis
Por Dalia Gutmann
Mi hija, mi hermosura, mi mujercita preferida, arranca primer grado . Y ahora sí se terminó la joda: basta de cancioncitas,dibujitos y nombres tiernos para la salita. Ahora va a haber que laburar: comprar transportadores, ábacos, mapas... Va a tener que estudiar: hacer la tarea, aprobar "pruebas", ¡y no sé si mi bebé está preparada para tanta exigencia!
Empezar la escuela es un cambio importante. Todavía me acuerdo de cómo viví yo la noche anterior a empezar la primaria: mi mamá me vino a leer un cuento a mi cama, cosa que no hacía casi nunca porque ella siempre laburó como una bestia y a la hora de dormir solía caer desmayada. Pero esa noche me quiso acompañar un rato más. Me leyó un poco y se fue –¡no podía más del sueño!– y yo seguía sin poder pegar un ojo. Cada tanto iba al cuarto de mis padres y les decía: "No me puedo dormir". Entonces, mi mamá me respondía: "Ya va a venir el pícaro sueño". "Mami, no viene el pícaro sueño". "Acostate que ya va a venir el picajhvdhvckjzzzzzzz".
Esa noche previa a empezar primer grado fue el primer insomnio de mi vida. La primera vez que tuve esa sensación espantosa de saber que cada vez faltaba menos para que empezara el nuevo día y yo iba a estar hecha una zombi.
Finalmente, amaneció y llegó el momento de ir al colegio. Estrené mi guardapolvo blanco, conocí a mis maestras, a mis nuevos compañeros, y elegí mi ubicación en el aula. Aunque estaba sindor (*), todavía era joven y podía sobrellevar mi estado.
Esa sensación de los nervios por lo nuevo siempre vuelve a lo largo de la vida. Cada decisión importante que tomamos nos enfrenta con esa incertidumbre de no saber qué corno va a pasar. Entonces, no nos queda otra que animarnos, enfrentar los miedos y confiar en que lo que viene siempre va a ser mejor. Ser cursis. Ser valientes. Vamos, piba, ¡vos podés!... ¡Y Kiara también! Ja...
(*) "Sindor": aquellas noches en que no pegaste un ojo. De joven suele suceder por causas de "fiesta loca". A mi edad, por algún bebito que insiste en estar despierto.
Dato útil
Recordar siempre cargar la batería de la cámara de fotos para el día de comienzo de clases. ¡Estoy harta de andar mendigándoles fotos a otras mamis!
De generación
Desde chiquita, mamá nos advierte las dos opciones posibles en un baño ajeno: "de cuclillas", para no apoyarse en la tabla, o "decoración de inodoro con papel", para sentarnos tranquilas.
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A mi hija se le cayó un diente y vino el Ratón Pérez. Y se gastó toda la guita en golosinas, vueltas a la calesita y bijou #PequeñaConsumista
La fija
Salís a pasear con tu bebito. Todo muy lindo. Pero no parás de agarrar baches y sentirte culpable por los movimientos bruscos que sufre tu criaturita. Querés explicarle que su madre no quiere desnucarlo, pero la ciudad sufre algunos problemitas de infraestructura que complican la armonía del paseo.
¿Cómo vivís el primer día de clases de tus chicos? ¿Y te acordás del tuyo?
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