3 trucos de experto para sacarle provecho al maquillaje correctivo

Manchas, ojeras, pecas, lesiones de acné o capilares rotos. La lista de las "imperfecciones" que las mujeres buscamos disimular a la hora de maquillarnos es amplia y variada y, en líneas generales, con mayor o menor holgura, casi siempre lo logramos con resultados que nos dejan conformes frente al espejo. Sin embargo, hay otra serie de situaciones que requieren un abordaje diferente y son en las que se enfoca el maquillaje correctivo terapéutico, una disciplina implementada por profesionales en pacientes derivados de cirugías plásticas o reparadoras y pacientes oncológicos que están en tratamiento pero también en aquellos que poseen melasma, vitiligo, cicatrices, hematomas o eritema y que, más allá de la patología en sí, ven su calidad de vida afectada en las relaciones personales o laborales. Es que en estos casos "el maquillaje, como tratamiento paralelo coadyuvante o post-quirúrgico, ayuda a restablecer la imagen y autoestima del paciente, a verse y a sentirse mejor. El enfoque es integral porque compromete su cuerpo, su rostro, su piel...y también su psiquis y su alma: lo que sentimos hacia nosotros mismos, nuestra autoestima, configura en gran medida el equilibrio de nuestra mente. Una cara lozana, aumenta la autoestima, mientras que un aspecto antiestético conduce a una disminución de la calidad de vida global", asegura Mariano Dezanzo, Docente Titular de la asignatura Maquillaje Correctivo Terapéutico en la Tecnicatura en Cosmetología Facial y Corporal de la Facultad de Medicina en la Universidad de Buenos Aires.

Está comprobado: diversas investigaciones clínicas demostraron que el impacto psicológico causado por el bienestar estético influye en la mejoría terapéutica de los pacientes. Los problemas dermatológicos son visibles. No hace falta contar el problema, la piel refleja la patología. "El medio social tiende a juzgar a las personas por su apariencia. Sentirse diferente, mirado, estudiado, inhibe, limita el vínculo a cualquier edad. La posibilidad de ocultar el defecto o minimizarlo permite al paciente realizar su vida cotidiana sin estar pensando en la mirada externa. El maquillaje correctivo permite camuflar la piel dañada o alterada, unificando el tono a fin de disimular las manifestaciones estéticas y acercar al paciente a su entorno social", afirma Paula Schaievitch, Licenciada en Química y Directora de Icono Cosmética. Y para cumplir semejante objetivo hay una serie de requisitos que el maquillaje correctivo debe tener: ser fácil de aplicar, resistir muchas horas en la piel, lucir natural o poco evidente, ser resistente al agua, ofrecer alto poder cubritivo y lograr máxima adherencia a la piel.

Todo un reto. Pero la buena noticia es que hoy hay productos en el mercado que reúnen todas estas características y que pueden adaptarse al maquillaje social porque, justamente, una de las virtudes más valoradas es la larga duración que ofrecen. "Las fórmulas en la actualidad buscan un equilibrio entre el grado cubritivo y la sensación de comodidad que ofrece un producto fácil de aplicar, sin residuo graso. Son fluídas, con siliconas que se evaporan y al secar dejan en la piel un acabado sedoso sin brillo molesto. Cuando se aplican de manera pareja y uniforme pueden quedar en la piel durante 12 horas, sin necesidad de retoque", agrega Schaievitch. Entonces resulta interesante repasar, de la mano de tres profesionales, algunos secretitos que pueden trasladarse al maquillaje diario para que los resultados sean más sólidos.

Los colores a neutralizar pueden ser diversos, e incluso, convivir en un mismo rostro pero hay unas reglas simples que vale la pena recordar:

* el violeta se neutraliza con corrector amarillo (esto aplica para las ojeras violáceas o los hematomas morados;

* el rojo se neutraliza con corrector verde (este es el caso de pieles con rosácea, capilares rotos, arañitas, cicatrices rojizas, eritema o granos rojos de ccné);

* y el azul se neutraliza con corrector anaranjado (ejemplos son las jjeras muy intensas, las várices o arañitas azuladas, los tatuajes oscuros, el melasma o las manchas de fotoenvejecimiento).

* finalmente, las cicatrices atróficas, como las estrías, que presentan un color blanquecino o nacarado se pueden neutralizar con un corrector beige que iguale el tono o color de la piel.

"El primer tip esencial para un maquillaje larga duración es preparar la piel: primero limpiamos, luego tonificamos e hidratamos. Un truco es aplicar un perfeccionador de la tez antes de la base, esto no sólo mejora la superficie de la piel atenuando señales e imperfecciones sino que prolonga la duración del maquillaje. Finalmente, una delicada capa de polvo 2 en 1 aplicada con pincel o esponja es un paso clave para sellar, fijar y perfeccionar la base", explica Verónica Mendoza, maquilladora exclusiva de Natura.

Atenta a este dato: un buen producto de corrección debería poder customizarse de acuerdo a tus necesidades. Podés personalizar la base, modificando la textura y mezclando los colores para igualar el tono de tu piel. "La base fluida, formulada con siliconas puede mezclarse con una crema, un diluyente para maquillaje o una pantalla solar y ser aplicada regulando el grado de cobertura necesario para cada caso. Es sencillo, sólo basta tomar unos gramos de la crema elegida y agregar gotas del maquillaje fundiéndolos con pincel o con la yema de los dedos. Después se aplica en el rostro con pincel, esponja o con los dedos. La base permanecerá en la piel durante toda la jornada y no se transfiere. Así garantiza que no manche la ropa o el celular", indica Schaievitch.

Expertos consultados: Paula Schaievitch, Licenciada en Química, Directora de Icono Cosmética. Mariano Dezanzo, Docente Titular de la asignatura Maquillaje Correctivo Terapéutico en Tecnicatura en Cosmetología Facial y Corporal, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Director Académico de MD Make Up Studio. Vero Mendoza, maquilladora exclusiva de Natura.