Agua con clorofila: estos son sus beneficios

La forma de consumo más natural es a través de las verduras de hojas verde, en lo posible, cuando están crudas porque mantienen los valores de clorofila más altos.

Para beberla diluida en agua distintos expertos recomiendan una dosis de 5 ml de clorofila disueltos en 250 ml de agua pura, en ayunas o distribuido a lo largo del día, antes o después de las comidas. Se puede tomar uno o dos vasos por día de agua con clorofila, aunque eso será variable de acuerdo al organismo de cada persona.

Es clave que pruebes de a poco y evalúes diariamente cómo te sentís de la panza, cuando vas al baño, si encontrás algún síntoma extraño o poco habitual desde que empezaste con la rutina de agua con clorofila. Y, como siempre, es recomendable hacer una consulta previa con un especialista en nutrición para que nos acompañe en nuestra exploración, al menos en el arranque.

Por último, una tercera opción para su consumo (quizás bien práctica pero la menos natural) es a través de suplementos o comprimidos con altos niveles de clorofila en su composición.

Charlamos con Luciana Pozzer, nutricionista y autora de Más allá del peso, y nos cuenta que, efectivamente, la clorofila no es tóxica para el consumo humano, pero deja bien en claro que pueden aparecer efectos secundarios si no sabemos cómo administrarla en nuestra dieta. 

“Si exageramos el uso de agua con clorofila puede generar náuseas, molestias intestinales por su alto nivel de fibras, diarreas y distención abdominal. También pueden aparecer las heces de color verde, aunque eso no es un síntoma en sí mismo negativo ya que la clorofila es de color verde, pero está bueno saberlo para no impresionarse”, nos dice.

La síntesis: hay que ser cuidadosas con la cantidad y no pasarnos del consumo diario. “Me gusta recomendar el consumo de alimentos con clorofila además del agua o de algún suplemento externo, ya que la clorofila se encuentra en los vegetales de consumo diario –como en la espinaca, el perejil, la rúcula o el puerro- y cuando incorporamos el alimento complejo también obtenemos más cantidad de vitaminas, fibras y minerales”, agrega Luciana.

Por ahora no existen estudios científicos fehacientes que respalden cada uno de sus beneficios, aunque se sabe que hay varios proyectos en proceso con buenas expectativas.

Otro dato: si bien su uso nutricional está permitido, se desaconseja –por falta de respaldo científico- en mujeres embarazadas o lactantes, en infancias y en personas que sufren problemas digestivos (por su alto nivel de fibras).

¿Te animás a probarla? ¿Qué otro batido verde tan potente conocés?