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Pistolas masajeadoras: esta es la forma correcta de usarlas

Cómo usarlas, para qué sirven y para qué no, qué opinan los expertos y cómo sacarle todo el potencial a esta arma positiva para la salud.

por

Ezequiel Brahim

27 de enero de 2023

Pistola masajeadora: para qué sirve y cómo usarla. - Créditos: Getty

Las primeras pistolas surgieron hacia el siglo XVI en Europa. Lamentablemente, mucha pólvora voló por el mundo hasta que, en el 2008, se inventó una pistola mucho más saludable: aparecieron las pistolas masajeadoras.

Fue el quiropráctico estadounidense Jason Wersland, que luego de un accidente en moto, diseñó el artefacto para tratarse sus lesiones y, al ver que bien andaba, ya en 2013 lo lanzó al mercado. Pero no fue hasta que Cristiano Ronaldo mostrara en Instagram cómo recibía los masajes de Georgina Rodríguez con esta pistola “mágica” que el invento explotó en el mundo.

¿De qué se tratan estas pistolas pasajeadoras, cómo se usan? ¿Qué opinan los profesionales?

Duracción de las aplicaciones de la pistola masajeadora

Tiempos máximos: 2 minutos para cada grupo muscular, 15 minutos en total para toda la sesión.
Tiempo mínimo: dejar pasar al menos 2 o 3 horas entre sesiones.

Uso de los diferentes cabezales de impacto

El cónico, para tratar puntos gatillo y liberar una zona cargada en un lugar concreto.
El plano, para masajes en zonas más amplias (piernas, espalda, brazos).
El redondeado para músculos más pequeños.
La horquilla se utiliza alrededor de huesos y articulaciones (generalmente, la columna vertebral).

¿Qué opinan los especialistas de las pistolas masajeadoras?

“El uso de la pistola masajeadora básicamente es para relajar la musculatura. Yo la uso para tendinitis porque sé el mecanismo de la patología en un lugar específico. Pero al público en general le sugiero usarla para relajar la musculatura”, explica Gino Riscino, kinesiólogo fisiatra especialista en kinesiología deportiva. Y agrega: “Se puede aplicar tanto calor como frío. Ante un golpe fuerte, para relajar la zona, se puede utilizar el cabezal chato y después poner frío, sin trabajar directamente en la zona del impacto, si no alrededor para ir relajando de afuera hacia adentro”.

Riscino recomienda: "En mis terapias utilizo una profesional, pero dentro de los diferentes modelos (y valores), conviene elegir una con peso, ya que si es muy livianita tenés que hacer vos más fuerza con la mano”. También aclara: “Si bien no es fácil hacerlo en forma particular, yo la uso mucho en tendinitis, busco la zona del dolor con el cabezal cónico y aplico en él un punto gatillo. De todas formas, para el uso que sea, siempre es mejor si te lo aplica otra persona, no uno mismo”.

Gino Riscino lleva casi 30 años de kinesiología aplicada al deporte

Por último, Gino advierte: “No recomiendo utilizar para esguinces y otro tipo de lesiones y hay que tener cuidado en la zona cervical, porque, mal aplicada en las cervicales, puede producir mareos”. Eso, sumado a las consideraciones que hace cualquier manual de uso: no aplicar en heridas abiertas, directamente en una zona de cirugía reciente, la cabeza, los genitales. Tampoco en el abdomen o la espalda durante el embarazo, ni si se tiene un marcapasos.

Y, como siempre, ante cualquier duda hay que consultar a un especialista. Si todo está bien, está bárbaro aprovechar al máximo esta pistola que recarga de energía a toda la musculatura y puede darle un nuevo impulso a nuestros cuerpos.

Especialista consultado: Gino Riscino, Lic. en Kinesiología y Fisiatra.

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