Una casa que mezcla estilos

Por Pompi Gutnisky
Producción: Ana Inés Gil

La mesa baja es, sin duda, la protagonista de este ambiente. Es reciclada, hecha con tablones y tirantes de madera de obra, mide 2 x 1 m y combina muy bien con el look vintage del living. Acompaña un sofá blanco de bull repleto de almohadones; entre ellos, el rayado fucsia y blanco lo hizo la dueña de casa con un repasador. Por otro lado, el almohadón más pequeño de gotitas rosas es de Violraviol ($95). Los demás almohadones, Ana Herrero ($150). El hallazgo es la silla Thonet pintada a mano de color mostaza.

En un rincón del comedor, la dueña de casa supo armar su escritorio-oficina. Se asoma un changuito de Violraviol de $220. Las sillas blancas son Stark.

Está todo a la vista. La vajilla que Andrea, la dueña de casa, vende con su marca Decosabores se mezcla con sus platos de todos los días. El chiche de este espacio es la batidora Kitchen Aid, con la que la dueña de casa cocina postres, tortas, muffins y alfajores. Por otro lado, una isla de madera más una mesa de apoyo hacen de mesada, y un macetero de hierro (El Bolichito, $1550) funciona como biblioteca de libros de cocina. La mesa, estilo campo, con sillas Stark.

Éste es el lugar preferido por la dueña de casa en primavera. El sofá con funda y almohadones a puro color es de Ana Herrero ($250). El juego de mesa y sillitas Quilmes está a la venta en Decosabores (todo $800), como así también el pie de torta y los platitos de porcelana.

Por otro lado, sobre la mesa de hierro y mármol, Andrea armó su serie de suculentas. Algunas las plantó en tazas rotas (buena idea para reciclar vajilla rota). Todas las plantas del jardín se las trae su paisajista Viviana Bernhardt.

Vajillero sobre la pared: en cada compartimento hay diferentes tipos de piezas de porcelana antigua, platos, tazas, bols... Todo está a la venta (Tienda Decosabores, de Andrea Barbosa).

La mesa de la galería es ideal para disfrutar de almuerzos o cenas al aire libre. En este caso, se la ambientó con bols de cerámica de El Bolichito (desde $70), sobre platos de porcelana ($30) de diferentes colores. Aquí se jugó con los estilos y los tonos, se mezcló lo vintage con lo más actual. El candelabro de alambre como centro de mesa es de El Bolichito ($180).

Pensado como un espacio súper femenino: la cama y los almohadones bordados son de El Bolichito ($300), mientras que la manta a los pies de la cama es de Las Dumas ($720). Como mesa de luz, un banquito de cerámica de Marruecos, que necesitó de unos libros para llegar a la altura óptima, al ras de la cama. Sobre ellos, un farol de adorno (Falabella, $140). Sobre la pared, un cajón de Coca-Cola antiguo que la dueña encontró en la calle, lleno de adornos y recuerdos.