Tita Merello y María Elena Walsh: el tango por mujeres quedó silenciado

Julia Winokur, música, docente y becaria del Conicet, cuenta a OHLALÁ! cómo surge la idea de investigar sobre las mujeres compositoras en el tango. “Cuando éramos estudiantes con Sole y tocábamos en grupos de música popular, notamos que casi no había registro de obras escritas por mujeres, tanto en los programas de estudio de conservatorios y universidades, como en el repertorio de las orquestas, en los discos, en las recopilaciones y en los cancioneros. Tampoco encontramos investigaciones académicas que aborden el tema de las compositoras mujeres de tango".

Cuando se conocieron y pusieron en común sus inquietudes, enseguida se encontraron con la misma necesidad de comprender dónde estaban todas esas mujeres que no fueron registradas en la historia de la música. “Este libro viene a contrarrestar esa falta tan notoria de las mujeres compositoras en el tango. También es una forma de responder a una demanda que ahora es colectiva y que está muy presente entre las mujeres músicas”.

¿Por qué no se hablaba de ellas? Soledad Venegas, etnomusicóloga, flautista, docente e investigadora, se suma a conversar y va directo al punto: “Las actividades artísticas siempre estuvieron marcadas por el género, es decir, que las valoraciones sociales siempre fueron las encargadas de determinar qué actividades son más o menos aceptables para una mujer de acuerdo a cada época”.

“En el pasado, resultaba absolutamente inconveniente que una mujer trabajase de noche en el mercado de la música”, agrega y trae el recuerdo de Paquita Bernardo, la primera compositora profesional de tango y bandoneonista de principios de Siglo XX. Paquita, conocida como “La flor de Villa Crespo”, con su propia historia “nos dejó un claro testimonio de los cambios en las representaciones de la vida laboral de una mujer a lo largo de la historia”, dice Soledad.

“A principios de Siglo XX, la legislación vigente ordenaba a cualquier mujer joven a contar con la autorización de su marido o padre para ejercer laboralmente. Así lo hacía ella: iba a los cafés concerts a tocar su bandoneón siempre con la autorización paterna. Entonces, lo que surge de esta investigación y este libro es que indagar en el rol de la composición musical de las mujeres es una manera de ingresar de lleno al mundo de las valoraciones sociales sobre el quehacer de las mujeres a nivel profesional en la historia argentina”, explica Soledad.

Entre los nombres claves que no vieron la luz hasta mucho tiempo después de dar a conocer su obra se encuentra Eloisa D’Herbil de Silva, la compositora más antigua hallada en la investigación de Julia y Soledad; también aparece Maria Isolina Godard y Maruja Pacheco Huerg, entre tantas otras imprescindibles de la historia del tango.

“La actividad de la interpretación musical resultaba un campo más ´adecuado´ para la mujer, a diferencia de lo que sucedía con el rol de compositora”, agregaron.

Cuando consultamos por los obstáculos actuales que perciben como mujeres y músicas en el mundo del tango, Julia consideró que “algunos se fueron ablandando”, pero hay otros que “siguen firmes”.

“Creo que entre los prejuicios todavía muy instalados está la idea de que las mujeres no tienen la misma capacidad intelectual y técnica que sus colegas masculinos. A veces, es solamente una insinuación, algo implícito y, en muchos casos, quizás inconsciente, pero que igualmente sigue operando en algún nivel. Obviamente que esto no pasa en todos los ámbitos ni con todos los colegas, pero tampoco se puede decir que sea algo erradicado”, reflexiona Soledad.

La investigación etnomusicológica que encararon en conjunto Soledad y Julia además de echar luz sobre todas aquellas compositoras silenciadas, intenta contribuir en la creación de nuevos relatos sobre la historia del tango, con la esperanza de reconstruir el diálogo intergeneracional entre las composiciones e investigaciones del pasado, del presente y del futuro.

Este jueves 29 de septiembre, ambas también participarán del evento Troilo inédito y las compositoras del tango en la primera edición del Festival Intermúsicas que organiza el Departamento de Artes Musicales y Sonoras (DAMus) de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). A las 19, en la Usina del Arte. Agendalo.