Lo de la China de la esquina nunca falla. Te encontrás desde actores famosos, un vino rosé, fideos finitos de arroz para hacer con salteado de pollo que es mi nuevo fetiche hasta a un vecino del quinto.
Ahí, entre las góndolas Quinto Cé debatiéndose entre dos atunes.
-¿Al natural o en aceite?
-Hmm, yo prefiero al natural, el azul. Con aceite es medio heavy. Además andá a saber qué aceite le meten.
-Confío en vos, vecina. Esto de volver a hacer las compras me está matando. Le había perdido la costumbre. ¿Volvemos caminando? No me vas a decir que para una cuadra necesitamos el auto...
Hablamos del atún, de los delfines que dicen quedan atrapados en las redes, de la ensalada que hago con cebollas moradas atún, tomates y batatas, del rosé que espió en mi bolsita, de las expensas saladísimas, de la agencia y de todos los temas que pudimos hablar hasta su piso. Pero no pude preguntarle por la rubia. No me animé. Juro que lo vi más lindo que nunca y que podría ser modelo de manos para esos avisos de relojes. No podía dejar de mirárselas. ¿Ya dije que tengo obsesión con las manos de los hombres, no?
La despedida fue con beso en el cachete y bolsas de polietileno ruidoso en las manos.
Besos: 2
Información del vecino: 0