Cariló se fue tres días a Santa Fe por un trabajo y lo extraño.
Yo sé que el post de ayer fue un poco patético, pero me parece que no me expresé bien.
No es que si dejara de ver a Cariló mi autoestima fuera a desaparecer, sino que este hombre está haciendo que yo descubra nuevas cosas sobre mí misma. Me tiene fe, me deja ser y me celebra.
Eso no me había pasado nunca y se siente raro, raro y bien.
Es como si me potenciara con él, me siento poderosa y relajada.
A veces es horrible comparar, pero por momentos también se torna inevitable.
Nicolás jamás me hizo sentir importante a su lado. Nunca mostró admiración por mi labor en la profesion que elegí, por ejemplo. Cariló está alucinado y me sorprende tanto!
¿Les pasó algo de esto alguna vez? Me tiene embobada.
Cambiando de tema: este finde me voy al campo de unos amigos de mis viejos con los chicos. Me encanta el programa y a ellos también.
El martes vuelvo a mi casa y empieza el proceso de la venta; y el viernes que viene me reúno con Nicolás y los abogados.
Vientos de cambios.