PUNTA EL ESTE (De una enviada especial).- Esta nota podría llamarse "Cara, carísima Punta" y tanto el significado en italiano como en español estarían bien. Porque todos los que veranean acá sienten un profundo afecto por las playas esteñas (versión italiana), pero también un fuerte efecto cuando deben pagar la cuenta (visión argentina).
Es cierto que para los que estamos del otro lado del río veranear en el Este es más caro que hacerlo en cualquiera de los balnearios top de la costa bonaerense.
Desde la nafta -se necesitan unos módicos 70 dólares para llenar el tanque de combustible- hasta comer en un restaurante, que no suele demandar menos de 30 dólares por cabeza, y sin comer entrada ni postre, todo, pero absolutamente todo, resulta un poco más caro que en nuestra occidental orilla.
La hora del café
Sentarse a tomar un café en la península, cuesta 2 dólares; la gaseosa, entre 2 y 3 billetes de la misma moneda.
Los tragos que contienen alcohol, curiosamente, no están mucho más caros que en Buenos Aires, Córdoba, Rosario o Mendoza donde cuestan entre 12 y 14 pesos. Acá, como mucho, habrá que poner algunos pesitos más.
Pero todavía hay más sorpresas en la dimensión verano 07 de la siempre agradable Punta.
Prueba de fuego
El supermercado es otra de las pruebas de fuego. Llenar por vez primera un changuito de los pequeños, con productos como champú, crema de enjuague (y para peinar, por supuesto), pasta dentífrica, bronceadores y after sun , desodorantes y una que otra chuchería que se quiera sumar esta lista de imprescindibles, no cuesta menos de 60 dólares.
Mejor no hablar del rubro alimentos, donde también las diferencias con BA son notables y, por supuesto, en dólares.
Las comunicaciones son otro de los rubros en los que suele haber grandes diferencias: la hora de Internet en la península se cotiza a 5 pesos argentinos; en La Barra, a más de 7.
Los teléfonos celulares también tienen algunos detalles a los que conviene prestar atención: si su aparato tiene un chip de Uruguay puede comprar las tarjetas prepagas.
Ahora, si usted o sus hijos son de llamar mucho a la Argentina le conviene comprar la tarjeta de 500 pesos uruguayos (unos 20 dólares) que le permitirán hablar, a un teléfono móvil argentino, cerca de 30 minutos. Si la comunicación se establece con un teléfono un fijo, el tiempo de "aire" aumenta considerablemente.
También es cierto que los precios del Este nunca fueron de oferta o de mesa de saldos, pero a no desesperar. Uno, en definitiva, sobrevivió a los avatares de la Argentina y está acostumbrado a las sorpresas. Además, también se sabe, siempre hay alguna manera de sobrevivir a las vacaciones sin gastar un dineral.
Por ejemplo, utilizando en restaurantes la tarjeta de crédito para recuperar el 9% del IVA. También hay algunos restaurantes, sobre todo por la zona del puerto, que hacen un 10% de descuento por pago en efectivo. Y otros ofrecen un menú más económico.
Procure traer lo que pueda de higiene personal de su casa y cuando llame a la Argentina, intente hacerlo a un teléfono fijo.
Eso sí, recuerde que si por una de esas cuestiones de la vida, sus vacaciones las va a disfrutar durante la segunda quincena de enero, al llegar lo esperará una muy agradable sorpresa: tendrá un tanque de nafta de regalo.
Por lo demás, ya se sabe. Aproveche el sol, la arena, deje el estrés antes de cruzar el río y vuelva a disfrutar de su cara, carísima Punta, en el sentido más italiano del término.
Construcción
Las torres que se levantan en la Mansa y en la Brava despiertan la curiosidad. Un piso en Aqua, obra de Rafael Viñol, y en la parada 20 de la Brava, se cotiza a U$S 5 millones y es lo más top del Este.
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