Cinco claves para un debut traumático
Principiantes. ¿Querés que tu primera vez en la nieve sea un auténtico desastre? Muy simple: basta con seguir estas reglas de oro
12 de julio de 2014
Llega el frío y la nieve, que cubre montañas y valles, se hace casi irresistible para cualquier aventurero de espíritu deportivo. Detrás del sueño de surcar una ladera de nieve polvo con la prestancia de un profesional, cantidades de inexpertos van por sus primeros metros sobre esquíes o tablas de snowboard y ponen en riesgo mucho más de lo que imaginan.
Para aquellos nuevos esquiadores que prefieran pasar por alto la prevención necesaria en estos casos, esta breve guía ofrece cinco reglas infalibles para que el debut en las pistas sea... desastroso.
1 Ejercicio cero y vida sedentaria
Para empezar, lo más importante es que el esquiador haya hecho muy poco ejercicio y que su relación con el deporte pase exclusivamente por el control remoto. Por eso será fundamental no haber cumplido con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja que "con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea, y de reducir el riesgo de ENT (enfermedades no transmisibles) y depresión, los adultos de 18 a 64 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas". Si no está ni cerca de esto, ya lo sabe...
Por otra parte, una vez en la montaña, para que todo salga mal lo idea es hacer la primera bajada sin realizar ejercicios de estiramiento antes de empezar a esquiar. El frío es el mayor enemigo de los músculos, y realizar movimientos bruscos y violentos sin haber calentado es sinónimo de contracturas y demás lesiones musculares. Al cierre de la jornada, no estirar los músculos será importante para asegurarse posteriores calambres y molestias.
2 Prescindir del equipo adecuado
Un centro de esquí, donde la temperatura ronda los 0° de manera permanente, es ideal para pescar mucho más que un resfrío. La Fundación Nemours, mundialmente conocida por enfocarse en la salud de padres e hijos, recomienda en su Web (www.kidshealth.org) un listado de elementos necesarios para salir a la pista. Además de las tablas (con fijaciones graduadas por un profesional experimentado) cuentan las botas, los bastones, el casco, las antiparras (los rayos del sol son considerablemente más fuertes en las zonas de mayor altitud que a nivel del mar y, al rebotar contra la superficie blanca de la nieve, pueden suponer una grave amenaza para la vista) y los guantes. También hay que agregar pantalón de esquí y remera térmica, campera de nieve y cuello de polar o pañuelo para cuidar la garganta. Fallar en alguno de estos artículos puede ser sinónimo del peor día de tu vida en una montaña, más unas cuantas jornadas simplemente encerrado en el hotel.
3 Saltearse el desayuno
Otro punto que se debe cumplir para que sea un día dramáticamente inolvidable es estar mal alimentado a la hora de pararse en la cola de la aerosilla. El centro de esquí Grandvalira, de Andorra, uno de los más prestigiosos del planeta, da este tip en su sitio oficial. "Un buen desayuno es importante para poder aguantar el esfuerzo físico que nos queda por delante. Debe ser abundante en azúcares y en hidratos de carbono. Cualquier infusión caliente también es bienvenida, debemos entrar en calor lo antes posible para no agarrotarnos", asegura de manera muy acertada.
4 No tomar clases
Sin el más remoto conocimiento de la actividad, pero con inquebrantable fe, subirse al poma con esquíes o tabla es sinónimo de caída asegurada y riesgo físico; además algo menor, como una buena carcajada por el desparramo de los que están detrás en la fila y los silleros.
Ignacio Calce, instructor que actualmente trabaja en Bariloche, especializado en todas las ramas del esquí, con más de 20 años de experiencia (www.barilocheskiclass.com.ar), se refiere a lo necesario para dar un primer paso positivo, una vez solucionados los ítems anteriores. "Como digo siempre, la actitud es lo más importante. Es lo mínimo para empezar así como tener ganas de aprender algo nuevo y pasar un buen rato", destaca. Sin embargo reconoce: "Con una mano en el corazón: tratar de aprender solo, aparte de que es peligroso, es una locura por el riesgo que implica. Siempre es mejor empezar con la ayuda de un profesional y, por supuesto, nunca sobrepasar tus propias habilidades y límites". Lo importante, entonces, es "pasarlo muy bien, divertirse, no presionarse y recordar que todo aprendizaje lleva su tiempo. Mucha gente quiere ponerse los esquíes y andar como alguien que lleva por ahí toda su vida practicando. Es como si te subieras por primera vez a un auto y quisieras ser Fangio: imposible".
5 Desatender las normas de la montaña
Por último, pero no menos trascendente, será obligatorio para fracasar rotundamente pasar por alto las reglas básicas de la Federación Internacional de Esquí sobre las normas en la montaña. Aquí, algunas de las leyes sagradas para los esquiadores: comportarse de manera que no perjudique o ponga en peligro a los demás; controlar la velocidad y el y adaptarla a su habilidad personal y a las condiciones generales del terreno, así como la densidad del tráfico en las pistas; adelantarse siempre de manera que se deje espacio suficiente para cualquier maniobra sorpresiva; al entrar en la pista, mirar hacia arriba y abajo para asegurarse que puede hacerlo sin provocar peligro; al parar en la pista, evitar frenar sin necesidad en los pasos estrechos o sin visibilidad; en caso de caída en uno de estos lugares hay que apartarse y dejar libre la pista lo antes posible; tener siempre en cuenta lo que indican los carteles; en caso de accidente ser solidario y auxiliar a quien lo necesite.