Esta semana conocí a las madres de los nuevos compañeros de mis chicos. Más que nada, de Lucas.
Estamos en etapa de adaptación y como se quedan todos muy bien, las madres nos vamos a tomar un café a la vuelta.
Hay un tema que es muy recurrente entre las madres de colegio. No sé qué es lo que lo dispara, no tengo idea, pero siempre que me justo con más de una madre de colegio, alguien empieza a hablar de la empleada doméstica.
Y ayer no fue la excepción. No sé cómo, pero a los 2 minutos de sentarnos, dos ya estaba hablando de si la habían llevado de vacaciones o si la iban a hacer buscar a los chicos.
Hablan de la empleada como si fuera una mascota. "Yo la llevaba a pasear todo lo que podía, en uruguay". Me dio mucha vergüenza.
Me quedé pensando en el tema. Qué es lo que hace que una mujer, adulta, mentalmente sana, hable así de otra persona tenga tanto que decir de la persona que limpia su casa a cambio de dinero?
Es la falta de ocupaciones? Es eso? Es no tener nada que hacer? Es no salir al mundo?
Debe ser.
El mundo se achica muchísimo cuando nos quedamos a cargo de la casa y los hijos.
El universo se transforma en eso solo. Y sí, necesitamos compartir las pocas emociones con el resto. Pero claro, el resto no quiere ahondar en esos tópicos, a menos que esté en la misma que nosotros.
Será así nomás. Y cuanto más tiempo, más chico el mundo.
Qué bueno haberme dado cuenta a tiempo.