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Con tanza y buenos prismáticos

La variedad de aves y peces obliga a estar siempre atento

21 de febrero de 2003

VICTORIA.- Ricardo Núñez, apodado el Chulengo, es propietario de la empresa Chulengo Safaris y posee numerosas embarcaciones. Bajo un sol que parte, dice que "en el río todos los días son lindos, todo se ve distinto lejos de la jungla de cemento", y su ayudante, Jorge Alberto Acosta, Beto, muestra con su oficio de pescador los secretos del Delta cuando los patos están en postura.

"Las crecientes largas se llevaron mucha vegetación, muchos animalitos, pero las aves están aquí", comenta, y sólo en el departamento Victoria hay más de 350.000 hectáreas de islas, agua y aves para disfrutar: biguá; macá; gallareta; carao; chajá; gallineta; caracolero; caranchos; patos crestón, sirirí, alitas azules, maicero; garza blanca, mora y mirasol; tuyango; gallito del agua. Conviene madrugar para admirarlas a pleno.

La pesca no es chiste

Victoria es sinónimo de sábalo. En verano hay también "muy buena de pesca de amarillo, boga, patí, dorado; está saliendo surubí en esta temporada, tarucha para el amante de la mosca y el señuelo", dice Chulengo.

Si es por volumen y peso, no faltará una raya de 80 y hasta 100 kilos que deje boquiabierta a la visita, aunque corte la tanza y se dé a la fuga. Como consuelo se escuchará un viejo chiste de gurises orilleros: ¿cuál es el pez que tiene las crías más finas? (Para el que no lo escuchó antes, la respuesta es la raya, por las rayitas.)

Se puede optar por un recibimiento en El Cerrito de los Reggiardo Atencio, con cabalgatas por la mañana, asado al mediodía, y después cuatriciclos y jeep entre ombúes y algarrobos hasta la orilla del río, donde esperan los botes de Chulengo para avistar las aves.

Cheroga, un barco alojamiento con capacidad para 6 personas, "es muy buscado porque la gente que quiere pasar una noche en las islas tiene las comodidades a bordo", dice su propietario y capitán. También hay lanchas para diez o doce personas y botes de tracción no convencional para el deslizamiento entre los juncos.

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