Inspirada en la naturaleza, los pájaros y los árboles, Carolina Müller presentó con un almuerzo en la galería Promenade una colección romántica, fresca y muy femenina.
Con el nude y el durazno como colores predominantes -aunque también manteca, negro, pistacho y coral- se vieron los ítems de la temporada: blusones con calzas, túnicas vaporosas, enteritos de seda y vestidos de corte imperio o con aires romanos en distintos largos.
Además, detalles como plumas, lazos y cordones para realzar conjuntos delicados, ideales para una noche de verano.