Para las que estaban intrigadas. Estos son, aquí están, los tampones con aplicador. Tuve que buscar unas fotos en Google porque el escaneado que hice acá en la agencia salió pésimo. No se sabe si es un tampón o una mini nave espacial.
No quieren saber la cara de Pedro cuando me vio escaneando un tampón.
-Vos me tenés que estar jodiendo. Parecés esas imbéciles que se sacan fotocopia de la cara. Las he visto y no es algo bueno, Sofía.
Se acaba de ir meneando la cabeza hacia la máquina de café. En fin, mi reputación está en riesgo. Es cuestión de minutos para que el resto de la agencia se entere.
Hay varias marcas. Yo me los hago traer y la verdad es que no los vi acá pero debe haber. No son nada caros y son practiquísimos.
1. Vienen envueltos.
2. Cuando apretás el tubito ese de atrás similar a una jeringa, sale el tampón y nunca llegás a tocarlo. De lo más higiénico.
3. Por lo demás, es exactamente igual a un tampón común salvo que entra más fácilmente porque el plástico es sumamente suave y lisito y además, dado que no tenés que usar las manos, no corrés ningún riesgo de infección.
No sé, me hice fanática sin retorno.