

¿Te pasó alguna vez de sentir que eras protagonista de un interminable monólogo con una pared de monosílabos sin sentido? Basta de sentirnos así - Créditos: Corbis
Por María Paula Bandera
Por mucho o por poco, seguro que hay una frase que toda mujer le dijo a su pareja al menos una vez en su vida: "¿Te das cuenta?, ¡no me escuchás!". Ya sea porque se olvidó de comprar la gaseosa que le pediste cuando fue al supermercado o porque no supo explicarle a tu suegra los motivos que te llevaron a cambiar de carrera por enésima vez, en algún momento su actitud te hizo repetir el reclamo que ¡seguro! hasta Eva le hizo a Adán.
Pero vale aclarar que tras este pedido, en principio sencillo, se esconde otra necesidad: la del diálogo. En criollo y sin darle vueltas al asunto, lo que vos querés es que te diga algo, que te hable: que tenés razón, que estás loca, que quizá, que lo hagas, que ni se te ocurra, pero algo, porque ninguna estaría satisfecha con una pareja que sólo se limite a escuchar.
Ahora bien, el volumen de tu monólogo tiene diferentes intensidades:
Volumen bajo
Vuelven del trabajo y al reencontrarse charlan sobre lo que pasó durante el día; él lo resume en cinco minutos, a vos te lleva unos veinte redondear la idea; cuando por fin terminás, se te ocurre preguntarle por algo que le contaste al principio y él, por supuesto, no tiene ni idea de eso de lo que le estás hablando, entonces la rematás con un: "¿Te das cuenta de que no me escuchás?". Pobre si se le ocurre contradecirte, si se anima a decir: "Sí que te escucho", porque entonces ahí vendrá la prueba, el examen que lo llevará sin escalas a marzo. "A ver, ¿cómo te dije que se llama mi nueva compañera de oficina?". Y que no se arriesgue con un comodín como María, porque lo único que va a lograr será reforzar tu idea: él no te escucha.
Es que, en general, los hombres no se llevan bien con las dos palabras que hicieron famosa a Luisa Delfino allá por los 90, eso de "te escucho" no les sale de manera natural. Pero digamos que, en estos casos, hay que separar la paja del trigo, no hace falta que él escuche todo lo que le contás, ¿o acaso vos te acordás de la formación del equipo de Estudiantes de 1968 que él repite cada vez que habla del club de sus amores?
Es que esta necesidad tan femenina de expresarse todo el tiempo sobre todas las cosas, desde el clima hasta las elecciones parlamentarias de Bielorrusia, no se corresponde con una capacidad masculina para escucharnos las 24 horas.
Volumen medio
A veces, se trata de temas más trascendentes o a los que se supone que él debería darles más importancia, como el acto escolar de los nenes o una discusión que tuviste en el trabajo, pero ni siquiera esos asuntos parecen despertar su atención.
Aquí, la clave es indagar cuándo fue que le contaste eso que él no escuchó. Supongamos que está mirando la tele, relajado en el sillón después de un día agotador en la oficina. Vos pensás que ese momento de calma, antes de que empiece el frenesí de la cena, el baño de los pequeños y demás rutinas de la vida cotidiana, es ideal para ponerse al día, mientras que para él, es la oportunidad de enfrascarse en su mundo (un mundo conformado por jugadores de la liga W del fútbol, personajes de una película que ya vio quince veces o lo que sea que esté mirando en esa bendita pantalla), por eso no registrará ni media palabra de lo que le estás diciendo.
Te vas a preguntar: "Pero ¿cómo no me puede escuchar si no está haciendo nada?", pero el quid de la cuestión es que cuando un hombre no hace nada, se lo toma de manera literal, no puede hacer otra cosa que no sea nada, ni siquiera escuchar.
Será cuestión de elegir el momento apropiado para ambos, ni cuando vos estás en tus cosas ni cuando él anda en las suyas.
No se trata de juzgar con la vara del lugar común ni de caer en estereotipos, pero también hay que ser consciente de que hombres y mujeres tenemos diferentes expectativas y necesidades en torno a nuestra pareja, por algo el "Ella no me escucha" está fuera del top ten de reclamos masculinos.
Volumen alto
Hay temas que ameritan sacar el megáfono para exigir que nos escuchen, pero a veces no hay micrófono ni estrategia que valgan, el otro no escucha. En primer lugar, hay que deslindar qué le pasa a tu pareja; si está atravesando un momento personal especial, es lógico que no tenga la misma disponibilidad que otras veces para escucharte. Otra cosa a considerar es cómo estás planteando tus necesidades: la idea es dejar afuera los reproches y exigencias e iniciar un dialogo constructivo. Empezar con un "no me escuchás" es mala idea, no pases factura desde el vamos.
Claro que no sólo de palabras adecuadas se trata, también incide el sentido de la oportunidad. Hablá con calma y fuera de situaciones puntuales para llevar la discusión a un plano más general. Por último, vale la pena tener en cuenta algunas claves de la programación neurolingüística para mejorar la comunicación con tu pareja. La PNL establece que las personas procesan el pensamiento de tres formas: visual, auditiva y kinestésica. Aunque en todos los individuos conviven los tres sistemas representacionales, siempre uno prepondera sobre el resto. Por eso, si tu pareja es de tipo visual, usá palabras que le sean afines para captar su atención, como: "Mira, me gustaría hablar con vos". Si, en cambio, es de tipo kinestésico ("siento, luego pienso",), apelá a palabras vinculadas con los sentimientos, "siento, me duele que...". No te garantizamos que con estas estrategias tu pareja se transforme en el clon de Gabriel Rolón, pero quién te dice, quizá se termine pareciendo bastante.
Cinco Maneras de hacerte oir

Plantate y hacete oir - Créditos: Corbis
1-Registrá si es el lugar y el momento adecuados para decir lo que vas a decir.
2-Escuchate y hablá con calma: pronunciá menos de trescientas palabras por minuto.
3-No esperes su atención espontánea: pedile explícitamente que te escuche.
4-Al terminar de hablar, preguntale algo, hacelo participar y arrancá el diálogo.
5-Construí espacios que sirvan sólo para conversar: una cena a solas, un paseo lindo...
¿A vos te pasa algo parecido? ¿Cuándo fue la última vez que sentiste que tu pareja no te estaba escuchando?
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