A veces me gustaría ser hombre... No sé si esto es un daño colateral del día de la mujer de ayer y todas las notas que buscan encontrar, si es que existe, la esencia de lo femenino. Pero mudarte con tu novio es un curso intensivo de características de género, y algunas masculinas son realmente envidiables.
De hecho, por acá algunos me preguntaron cómo soportaba a alguien con las mañas de Silvio: la heladera, la plata, la cama. Pero en realidad, piensen que esos son detalles. Silvio es una persona un poco TOC pero sumamente práctica. Así como tiene un "temita" con lo de qué lugar de la cama ocupa, lo resuelve eligiendo el derecho y listo. No les digo que con eso le alcanza para ser feliz porque si no sería medio nabo o insensible... Pero digamos que cierra más cosas por día que yo. Se lo toma con humor, pasa a otro tema y duerme bien. Mientras él me dice lo de la cama, yo estoy pensando si no debería haber estudiado astronomía y que ya estoy grande para los cambios radicales. Mientras él pasa por un negocio y dice que le gusta un mueble para la casa, me lo muestra por Internet y al día siguiente ya lo compró, yo estoy pensando si no deberíamos haber esperado un poco para mudarnos, o resignado ubicación por un tres ambientes que nos permita un cuarto más, o haber visto un poco más de muebles (Silvia: "¿Cómo? ¿Ya lo compraste?"; Silvio: "Si lo viste ayer en la compu y te gustó..."). Él se saca de quicio cuando yo quiero ver el noveno sillón y la undécima tela para tapizarlo (por suerte eso pasó cuando me mudé sola, y ahora importamos mi hermosísimo sillón, cuyo color violeta dejó de convencerme a la semana, pero bueno). Yo sé que no todos los hombres son así, pero veo que es una característica recurrente en algunos que conozco. Él me dice que yo dudo mucho de todo y yo le digo que él duda demasiado poco... ¿Cómo hace para elegir tan rápido y no carcomerse por todo lo que no está eligiendo? Se pierde un mundo de muebles seguramente más lindos y con mejor relación precio-calidad que el que compró; se pierde un plato mucho más rico que el que eligió rápido sólo porque lo inquieta empezar a preguntarle al mozo qué es cada cosa con esos términos incomprensibles que usan... Y hasta tal vez se esté perdiendo una novia mucho mejor!
Por suerte en ese caso también estuve involucrada yo, que soy de analizar mucho mis elecciones, y a pesar de mis vaivenes emocionales y mis deliberaciones insufribles con respecto a todo y a todos, creo que somos muy correspondidos y a él nunca lo quise cambiar en estos dos años. Bueno, casi, tampoco a la pavada.
Publicado por Silvia.