Es una pena que tengamos que darnos cuenta así, de esta manera. Cuatro veces tuvo que ocurrir la misma cosa para que nosotros cayéramos en la cuenta.
La primera vez que pasó, yo le atribuí tal desmadre a la posición del niño. La segunda se lo adjudiqué a la exagerada alimentación y la tercera a mi propia impericia (yo le habría colocado mal el pañal). A la cuarta por fin me avivé: Benjamín se enchastra de arriba a abajo, por toda la espalda y hasta la nuca, porque el pañal ya le queda chico.
Es una cagada enterarse así, pero parece ser la única manera de darnos cuenta: cuando todo ya rebalsa y cuando por cada caca que hace perdés una muda de ropa, señal que se debe cambiar de medida...
Lo dicho. Desde ayer, en esta casa, usamos talle Mediano.
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Al margen:
. Gracias por las salutaciones del cumplemes. Hoy festejaremos yendo al pediatra. A ver qué dice el ponja.
. Y a ver qué dicen las que andan en fecha, o cerca, que tanta contracción y panza dura en los comentarios me ponen nerviosa hasta a mí.
Más al margen:
. El hombre de esta casa no quiere saber nada con un hermanito para Benjamín. No al menos por ahora, dice. Agrega que todo el amor que tiene es para él (o sea, para Benja, no para sí mismo) y que no concebiría repartirlo. Le digo que una cosa es tener otro hijo ya y otra muy distinta es ir proyectando. Pero nada, ni puto caso. No me escucha.
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