Hace días que pienso en los colores pasteles al mirar todos los distintos paisajes que cambian a medida que llega la primavera, yesss! Veo cómo se apagan o encienden según la luz y cómo van cambiando los tonos de las flores y de los árboles, ahora más tímidos que en el verano.
Los colores pasteles me dan paz y cierta nostalgia, me hacen acordar a cuando era chiquita, supongo que por usar más rosa, celeste, blanco, por el recuerdo de mi hermanas más chicas que eran bebé y todo era en la gama de los claros, los Sugus confitados, las tizas del jardín de infantes, los algodones de azúcar, el helado de crema del cielo, las pinturitas Tammy, la intocable Plim Box de mis hermanas más grandes...
Son colores que también hoy tengo presente porque son los que se imponen en este verano acompañando diseños vintage y algo naif en los estampados tan mínimos y simples. Se viene un verano de volados, gasas, tablitas, seda, viento que vuela la ropa... ¿La gran paradoja? Texturas que adoro y colores a lo que les tengo gran cariño, pero que hoy faltan un poco en mi vestidor.
Dans le lit, le baiser , de Tolouse Lautrec, es una obra que me conmueve y me vuela la imaginación. Hoy viene al tono con el post.
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