No quiero generalizar porque las generalizaciones siempre son malas.
Y además suelen fallar.
Pero igual lo voy a hacer.
Cuando nos toca dejar, las mujeres nos portamos mejor que los hombres.
Ya está. Lo tenía que decir.
O debería decir mejor que cuando yo tengo que dejar, trato de hacerlo diciendo exactamente lo que me gustaría escuchar a mí, lo que necesito para poder seguir adelante. Me gusta que me digan la verdad y me dejen libre. No me gustan las medias tintas ni las desapariciones sin explicación.
El Turco entendió. Entendió que me costaba decir lo que dije, que no tenía nada que ver con él, que son mis inseguridades acerca del pasado, que yo no quiero volver a tropezarme dos veces con la misma piedra y también reconoció que el cambio también se dio porque ahora me vio parada en otro lugar. Es tan trillado eso de querer lo que no podés tener, me ha pasado tantas a veces a mí también. Ahora que yo puedo sostener una relación más light, el quiero un poco más. Antes, cuando yo reclamaba exactamente eso, el no pudo. Yo creo que las segundas partes son posibles pero éste no era el caso.
Partimos. Cada uno por su lado y bastante en paz.