Finalizaba agosto y emprendimos con muchas expectativas este viaje tan ansiado. Nos decidimos por Vietnam y Camboya, que nos sorprendió.
El primero reunificó el país en abril de 1976, después de muchas guerras. Llegamos a Hanoi invadida por todo tipo de motocicletas por calles y veredas. Imposible transitar. Nos sorprendieron los comercios, las calles con mujeres transportando mercancías en pesados balancines, los rickshaws, los monumentos casi desaparecidos por las guerras y el paso inexorable del tiempo y, sobre todo, su progreso y el respeto hacia los que los visitan. Navegamos por la tranquila bahía, salpicada de islotes de piedra caliza, que forman extrañas figuras sobresaliendo del mar. Recorrimos las grutas, erosionadas por la marea, y nos parecía estar viviendo un cuento encantado de nuestra niñez.
Luego Camboya. En Siam Reap los templos parecen esculturas extrañas que se levantan hacia el cielo, mostrando todo su esplendor. Nuestra imaginación nos lleva a miles de años transcurridos y cerrando los ojos nos parecía ver extraños seres recorriendo en oración los destruidos pasillos. Por último, Phnom Penh. Camboya salió de una guerra civil. Entre 1975 y 1979, desaparecieron entre dos y tres millones de personas, bajo el régimen de los Jemeres Rojos. Recorrer ese lugar, ver las aulas transformadas en celdas, salas de interrogatorio y tortura, y por último las fotografías de las víctimas, hombres, mujeres y niños, es un duro testimonio del sufrimiento que padecieron. Sus habitantes recuerdan con dolor a los familiares que murieron de hambre, desnutrición y torturas. Pero el deseo de progresar, de luchar por una situación mejor, los está llevando por senderos auspiciosos de crecimiento económico Considero que todo esto, en cualquier lugar del mundo que suceda, no debe olvidarse para que nunca más se vuelva a repetir...
¿Descubrimientos para compartir? ¿Un viaje memorable? Esperamos su foto (en 300 dpi) y relato (alrededor de 2000 caracteres con espacios).
Envíe sus relatos, fotos, consultas, sugerencias y compañeros de ruta a la Redacción de Turismo del diario LA NACION, por carta a Bouchard 557, 5º piso (1106), Capital Federal, o vía e-mail a: turismo@lanacion.com.ar