
(o sus madres son un tanto desmedidas. Una de dos.)
En el asado familiar del domingo, todas las madres presentes tuvieron milagros, cualidades extraordinarias, para contar sobre sus hijos: el que no había empezado a caminar a los ocho meses había empezado a hablar a los diez. Y la que no había empezado a gatear a los siete fue directamente porque, a esa edad, prefirió ponerse a correr.
Para rematarla, ayer mi amiga J. me dijo (por quinta vez!) que la hermosa Violeta ya reía, algo impropio para los bebes de su edad (25 días). O sea, otra superdotada en mi círculo.
Digo yo, el pequeño Benjamín será el único normalito o yo también me voy a poner a decir ridiculeces?
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca



