
El error es pretender que los hombres reaccionen igual. La gran equivocación es pensar que ante el mismo estímulo, ellos responderán como nosotras. Porque, además, quién nos dijo que nuestra respuesta es la correcta? Por qué nos tomamos como parámetro? Acaso no los elegimos porque son diferentes? Acaso esa diferencia (esas diferencias) no es lo que los hace atractivos?
Por qué me horrorizo tanto cuando Nicolás no hace lo que yo haría (lo que yo CREO que haría)? Por qué me resulta inaceptable que no piense como yo? Qué soy? Autoritaria? Déspota? O es que es más fácil cuando las cosas están controladas y son controlables?
O es que se vive más sencillo cuando lo que reina es la monotonía? Pero si quería monotonía, por qué elegí casarme con un ser un pelín desequilibrado? O soy yo, que en realidad no quería monotonía at all?
Entonces, por qué aclamar por la igualdad entre el hombre y la mujer? Hay cosas que no sucederán nunca. Esa es una lucha vacía. Ninguna mujer puede profundamente querer que su hombre sea igual a ella. Es una lucha falaz. Como el bolero.
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