Grecia, sin fecha de vencimiento
Promociones y ofertas para viajar a un destino soñado
24 de junio de 2012
Promociones o promos para hacerla corta. Ofertas y descuentos. El dólar al precio de $ 4,50. Con 12 cuotas sin interés y hasta 24 con recargos mínimos. Las tentaciones son Atenas, las islas griegas y una extensión a Turquía, que es complementario para entrar en la antigüedad que ambos países comparten. Paquetes de 13 noches en líneas regulares y una sola escala previa, y hoteles de cuatro estrellas con desayuno, a 3690 dólares oficiales por pasajero con base doble. También hay cruceros por 600 dólares que salen de Venecia para navegar cinco o siete días por el mar Jónico.
En este brazo del Mediterráneo pasan por Corfú, donde tenía su palacio Sisi, la emperatriz Elizabeth, que se adelantó en su estilo a Lady Di.
Tomé sólo una mínima selección de avisos de ejemplos para acercarnos a uno de los destinos más atrayentes del mundo, donde comenzó gran parte de nuestra historia. Es una situación de coyuntura porque esta reducción de costos tiene que ver con las dificultades económicas actuales de Grecia, pero no con su patrimonio, que no tiene precio ni fecha de vencimiento.
Me dieron ganas de volver a Atenas. Para aprovechar esta liquidación en el supermercado de ilusiones que son los viajes. Y, principalmente, porque es mi asignatura pendiente desde que escribí desde allí mi primera columna para este suplemento de LA NACION.
En mi escritorio tengo pocas cosas, no me gusta cargar suvenires en Alma de Valija, no soy un chichero. Pero conservé una muñeca de mármol de las Cícladas que tiene más de dos mil años con una belleza geométrica esencial que la asocia a Jean Arp y con ella me puse en clima para dejar correr retazos de memoria.
Porque esta silueta de perfil griego, con senos justos y piernas largas, me acompaña a la hora de escribir. Por supuesto no es de mármol, sino de resina, una copia fiel que imita su forma y textura. La compré en el delicioso Museo de Arte Cicládico, donde no hay tantos visitantes como en el Museo Arqueológico Nacional, y fue creado por iniciativa del matrimonio Goulandris.
En este círculo de 220 islas, de allí su nombre, a menos de 200 km de Atenas, surgió la Venus de Milo, y están Mykonos y Santorini, que son el paraíso más buscado en los ravers del mar Egeo. Estuve cerca, pero no las conozco, aunque me haya enamorado de mi muñequita.
Y sin hablar me hizo recuperar, como en la pantalla de un cine, la intensidad de la semana que estuve en Atenas. Esta es otra ventaja de viajar, la posibilidad de recordar en vivo. Algo parecido a lo que hizo Woody Allen con su París de medianoche.
La recepcionista del hotel Hilton tenía un perfil griego y algo más. Diferente a las vecinas que tenían bigote como mis tías. La omnipresencia del Partenón, recorrer su barrio de Plaka sorteando vendedores y luego llegar al puerto de Pireo buscando una cantina como las que enriquecen Buenos Aires sin romper los platos.
En mi casa, a casi 12 mil km de la isla de Ios donde aseguran leyendas que está enterrado Homero (el mismo privilegio reclaman Esmirna, Rodas, Salamina, Argos y Atenas) fui trasnochando por Grecia. A mi lado la muñeca, los recuerdos y la computadora que en YouTube me transformaba en el espectador 2.821.434 en emocionarme hasta las lágrimas con el sirtaki bailado por Anthony Quinn en Zorba , el filmado en 1964.
Y luego una yapa, como se decía antes, cuando vi un fragmento de Rembetico, que evoca la vida de Mika Ninou, nacida en Turquía y voz emblemática de Grecia. Ojalá alguien me ayudara a saber cómo puedo ver entera esa película griega que no habla a los especialistas de rescates, sino a la gente que se pregunta, igual que Mario Vargas Llosa, ¿por qué Grecia?
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