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Guías para surfear alrededor del mundo

¿El colmo de un diseñador gráfico amante del surf? Editar libros sobre las mejores olas de este solitario planeta

por

Alejandra Rey

3 de diciembre de 2006

Cuando llegó al labio de la ola fue sencillamente feliz. No importó si esperó horas, si debió remar con los brazos muchos metros, si el agua no estaba todo lo cálida que deseaba. No, no importó porque valía la pena.

Fue un minuto y medio. Eso duró el éxtasis desde que se paró en la tabla y logró entrar en el tubo de la ola para, a mucha velocidad, llegar hasta la playa gritándole al viento. Si hubo un hombre feliz alguna vez ése fue Félix Bracco. Un surfista.

¿Nada más? Y nada menos. Bracco, el amante del surf, tiene 34 años, está casado, tiene una hija, Violeta, fue un buen chico del colegio Champagnat, intentó con la medicina, la emprendió contra la odontología hasta que se decidió por el diseño gráfico; aprendió a hacer libros y logró combinar las tres cosas que más ama: pasear por las olas, viajar por el mundo y editar guías sobre surf.

Hoy, este emprendedor, junto con su amigo Matías Guzmán, lleva editadas dos guías: Surfing Travel Guide Perú y Surfing Travel Guide Costa Rica , en inglés y español, con datos útiles sobre cómo llegar, todo lo que hay que ver y hasta la altura de las olas. Las guías cuestan 50 pesos en la Argentina y 30 dólares en el exterior.

Comienza la aventura

Sí, a Bracco se lo ve feliz. Cuenta que aprendió a subirse a una tabla a los 10 años en Mar del Plata y a pararse sobre ella, imitando a un vecino, en Punta del Este.

Dice que fue tal el gusto que le dio el mar y la libertad, que junto a un amigo (ahora, una celebridad del mundo de la náutica y de quien no quiere decir el nombre) se iban en micro a Mar del Plata cada vez que podían, acompañados por el abuelo de su colega para volar sobre las olas. ¿Surfeaba el abuelo? "No, nos hacía el aguante, era un capo", cuenta.

"Y cuando terminé el secundario -arranca- mis viejos me regalaron un viaje a Europa. Pero les dije que no, que quería ir a Montañitas, en Ecuador, a surfear", dice, y se le llena la cara de risa.

¿Fanático? Sí, tanto que en Ecuador había un brutal brote de cólera justo por Montañitas. Pero allí estaban las mejores olas. "Eso me abrió la cabeza. Era 1989 y empecé a estudiar y trabajar para ganar unos mangos e irme por el mundo con la tabla y la mochila. Lo hacíamos con unos amigos, Matías y Cristián el Fruto Wernicke." Y trabajaba como cadete, enseñaba a manejar un auto o vendía tablas: todo servía para juntar dinero y largarse.

Así visitó Costa Rica, Perú, Ecuador, Indonesia, Australia, Sudáfrica y Panamá, y la idea de hacer una guía comenzó a formarse. Finalmente se recibió de diseñador gráfico, comenzó a trabajar en una editorial y, cuando en 2002 el país se vino abajo y lo echaron, comenzó a hacer los libros.

"En realidad la guía de Perú se le ocurrió al Fruto cuando estuvimos allá. Pero -y los ojos se le ponen tristes- el loco se dio un palo con lo moto en Mendoza y murió. Por eso el primer libro está dedicado a él y su madre fue la traductora al inglés."

Entonces Guzmán y Bracco partieron a Perú, mochila al hombro, plata de la indemnización y un amigo peruano que los acompañó a cabalgar las olas.

El método para escribir la guía era sencillo y extraño al mismo tiempo: confeccionaron unas planillas que tenían el nombre de la playa, el largo de la ola, el lado para el que rompe, el equipo recomendado, la mejor época del año para surfear, cómo llegar al lugar y dónde alojarse. Entonces, entraban en el mar, probaban el elixir y, cuando salían del Pacífico, llenaban las planillas, hasta con el nombre de la tabla necesaria.

Porque hay tablas diferentes para cada ola, aunque Félix viaja con dos que son estándar y sirven para todo, excepto, quizá, para montar la mejor ola, esa que despertó todos sus sentidos y encendió la adrenalina.

"Fue en Indonesia -dice, como si el relato se refiriera al cuerpo de una bella mujer y él la estuviera acariciando-, donde son perfectas. Tienen buena altura y fue un flash cuando me paré en la tabla y durante un minuto y medio bajé como de una montaña."

Ahora, a la editorial Surf the Planet ( www.surftheplanet.org ) Bracco agregó la agencia de viajes Next Travel ( www.surftheplanet.org/travel ), que trabaja con gente que quiere vivir la experiencia de ir a una playa donde haya buenas olas, fiestas, atardeceres o amaneceres únicos, y que no sean tan caras.

Bracco viaja con sus guías a cuestas y las pone en los escaparates de las tiendas de surf, y tiene ocho representantes en algunos países de América latina y en Europa. "Aunque por Internet me vino un pedido de Finlandia", dice, y ríe locamente.

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