Bueno, mucho plan, mucho plan, pero al final este finde tampoco me voy. Tengo confirmados los cuartos para el 18 de junio. Bien.
Hoy es viernes y yo dormí poco. No sé qué me pasó, pero me desvelé a las 2 AM cuando Lucas vino a decirme que quería hacer pis.
Me puse a leer, terminé levantada, planchando. Sí, sí, eso mismo: planchando.
Me encanta hacer ciertas tareas domésticas y más cuando tengo cosas que pensar.
Mientras aliso la ropa compulsivamente, se me dan pensamientos de lo más interesantes, lo mismo que cuando me seco el pelo con secador.
Anoche, sin ir más lejos, mientras intentaba que mi ambo quedara patológicamente impecable, medité acerca de mi último año.
Si bien es algo que me convoca muy a menudo, anoche pensé en lo movilizador que fue, en todo lo que pasó y decidí que el 2010-2011 iba a ser "el año de inflexión de mi vida".
Cuando le puse nombre me di cuenta de que quizá así, como un paquetito, podía guardarlo en un cajón y en vez de seguir transitándolo, tomarlo como el punto de partida. El primer día del resto de mi vida.
Fue un hallazgo: Hoy empieza una nueva parte de mi vida. Un viernes, cuando todo tiende a tener un cierre, yo empiezo.
¿Se acuerdan de los momentos de inflexión de sus vidas? Será qué de vez en cuando creemos que estamos en medio de uno, pero luego nos pasa algo más importante y pensamos "Ah no no, éste es".
¿Será que hay varios?
Debe ser eso: el nacimiento de los hijos, la muerte de alguien cercano, el casamiento.
El casamiento, ¿es un momento de inflexión?