E STOCOLMO (The New York Times).- "¿Qué es la cultura?", se preguntaron los organizadores de Estocolmo 98, el programa con que esta ciudad celebrará su designación como Capital Europea de la Cultura 1998. Y montaron 1020 actos que responderán esa pregunta.
Estocolmo piensa agregar los eventos especiales de su reinado a su agenda cultural corriente. Abarcarán desde festivales de jazz y títeres hasta una regata para vapores. Informes: www.stockholm98.se .
En febrero, el Moderna Museet (Museo de Arte Moderno) inauguró su nueva sede junto a la antigua, que ahora alberga al Museo de Arquitectura. El proyecto del arquitecto español Rafael Moneo, con una superficie de 8835 metros cuadrados cavados en la roca a fuerza de dinamita, encaja bien en Skeppsholmen, la antigua base naval transformada en isla-museo y unida a tierra firme por un puente angosto.
La Kulturhuset o Casa de la Cultura se asemeja un tanto a una torre de oficinas reclinada, pero aloja un teatro, salas para espectáculos y exposiciones, y varios restaurantes. Uno de sus 5 pisos está reservado a actividades para actores y público infantiles.
En primavera, la capital adopta un aire festivo. Sus pobladores se enorgullecen de ella. Hasta el rey, Carlos XVI, se ha vuelto un promotor cívico al difundir un video turístico de esta ciudad compuesta por un tercio de tierra habitada, un tercio de agua y un tercio de parques.
Los monarcas de los siglos XVII y XVIII cercaron para su uso privado las tierras aledañas a la capital. En 1995, se convirtió en el Parque Eco, el primer parque nacional enclavado en un área metropolitana.
Gustavo III construyó en Haga un encantador pabellón de verano. De estilo gustaviano -una versión despojada del estilo Luis XIV- exhibe una Sala de los Espejos que imita elegantemente la galería de Versalles. Desde junio hasta agosto, hay visitas guiadas todos los días, menos los lunes; 5,25 dólares. Reservas: 402-6130. Prefijos: 46-8.
Mucho antes de que naciera Estocolmo, hubo un importante asentamiento vikingo en Birka, sobre la isla Björkö del lago Mälaren. Cremaban a sus muertos, junto con sus armas y herramientas. Rodean el lugar más de 3000 túmulos funerarios; de muchos de ellos, se extrajeron tesoros que hoy se exhiben en el Museo Vikingo de Björkö.
Desde el 1º de mayo, el Museo Vikingo (5605-1445) abrirá a diario de 10 a 18; el pasaje en lancha desde Estocolmo (27 dólares) incluye la entrada y una visita guiada. Zarpa a las 10 desde Stadshusbron, junto al Ayuntamiento. Hablando de vikingos, del 1º al 3 de agosto navegarán hasta Estocolmo 27 réplicas de naves vikingas, elegidas entre las mejores.
Agenda cultural
- Moderna Museet: la muestra inaugural, que cerrará el 19 del actual, se titula Heridas . Ha agrupado obras de 70 artistas de todo el mundo que abrieron caminos en la pintura, la escultura y la fotografía, o que llaman a la reflexión. Desde el 9 hasta el 30 de agosto próximo habrá una retrospectiva de Joan Miró. Entrada: 8 dólares. Horarios: martes a jueves, de 11 a 22; viernes a domingos, de 11 a 18. 5195-5200. Internet: modernamuseet.se .
- Kulturhuset (3 Sergels Torg; 5083-1400. Internet: www.kulturhuset.stockholm.se ). Del 1º al 24 de mayo presentará Artgenda, a cargo de 300 bailarines, músicos, poetas, diseñadores de modas y directores cinematográficos jóvenes, provenientes de los 10 países bálticos. Horarios: de martes a sábados, abre a las 11 y cierra a las 19 (martes-jueves), 18 (viernes) o 16 (sábados); los domingos, de 12 a 16. Entrada: 2,50 dólares.
- Folkoperan (72 Hornsgatan; 616-0750) incluye una sorpresa en su temporada lírica: Marie Antoinette, del compositor sueco contemporáneo Daniel Bortz; se presentará hasta el 26 del actual. Sin duda, el libreto, inspirado en la dramática historia del aristócrata sueco Axel von Fersen, amante de la reina a quien intentó salvar, ayuda a que la obra sea muy accesible al público. Entradas: 31 a 39 dólares.
- Dansens Hus (12-14 Barnhusgatan; 796-4910): retorna el Cullberg Ballet con nuevas versiones de Giselle y La bella durmiente. Entrada: 27 dólares.
- Museo Nacional de Arte (Sodra Blasieholmskajen; 666-4250): del 19 de mayo al 11 de octubre habrá una muestra conmemorativa del centenario de la vidriería y cristalería Orrefors. Horarios: miércoles a domingos, de 11 a 17; martes, de 11 a 22. El precio de la entrada varía entre 7,40 y 8 dólares.
Excursiones en lancha
Ya hay paseos diarios alrededor de la isla Djurgarden, con salidas desde el muelle situado frente al Grand Hotel; 10,75 dólares. El 9 y 10 de mayo, y 5 y 6 de septiembre saldrán otros que circunvalarán el Parque Eco; 27 dólares.
Los cruceros temáticos continuarán por muchos lunes más. Entre otros, el 11 de mayo, a las 10, zarpará del muelle 15 uno dedicado a la vida y tradiciones del archipiélago; el 18, a las 9, desde el Ayuntamiento, saldrá el consagrado a los palacios y parques reales; el 25, a las 10, también desde el Ayuntamiento, partirá una recorrida del lago Mälaren. Informes y reservas de pasajes en lancha: 5871-4000.
Eric Sjogren
(Traducción de Zoraida J. Valcárcel)
(Traducción de Zoraida J. Valcárcel)
Hotelería y platos baratos
ESTOCOLMO (The New York Times).- La mayoría de los hoteles rebajan sus tarifas los fines de semana, durante todo el año.
Desde fines de junio hasta comienzos de agosto, cuando las vacaciones de verano reducen drásticamente su clientela de hombres de negocios, también las rebajan en días hábiles.
Damos los precios vigentes a partir de este mes, por habitación doble y por cena para dos personas, con vino. Prefijos: 46-8.
- Lady Hamilton (5 Storkyrkobrin ken; fax 411-1148): edificio en el corazón de la Ciudad Vieja, transformado en hotel por un anticuario; 34 cuartos identificados por flores pintadas en las puertas; 180 a 305 dólares. Después del sauna matinal, podrán refrescarse en un aljibe del siglo XIV convertido en pileta.
- Radisson SAS Royal Viking (1 Vasagatan; fax 108-180): a un paso de la Estación Central del ferrocarril y T-Centralen, núcleo de la red de subterráneos; 319 habitaciones modernas alrededor de un patio interior de 8 pisos de altura; desde 275 dólares los días hábiles y 175 los fines de semana.
- Hasselbacken (20 Hazeliusbac ken; fax 663-8410): en Djurgarden, junto al museo al aire libre Skansen; 111 habitaciones, muchas con puerta ventana y la mayoría con cama de 2 plazas y sofá; 130 a 235 dólares.
- Ornskold (6 Nybrogatan; fax 667-6991): en el piso alto de una casa de departamentos cercana al Teatro Real, muy frecuentado por actores y artistas; 27 cuartos estilo belle époque; 130 dólares.
- Tre Sma Rum (81 Hogbergsgatan; fax 642-8808): refaccionado en febrero; 7 cuartos con piso de caliza, mobiliario moderno y cama plegadiza adicional; 65 dólares.
- Grand Hotel (8 Sodra Blasieholm shamnen; fax 611-8686): único y caro; fitness club y 2 restaurantes: el Comedor Francés -el más espléndido de Suecia- y el Veranda, casi al alcance de la gente común; 307 habitaciones con ventanas altas y suites con piso de parquet y alfombras orientales; desde 360 dólares.
Algunos cuartos y suites tienen vistas al Palacio Real y el paisaje acuático.
Restaurantes
- Gondolen (6 Stadsgarden; 641-7090): el más espectacular por su vista panorámica de la Ciudad Vieja y los canales, desde la cima de la colina sobre la que se construyó gran parte del Lado Sur y a la que se accede en el elevador Katarina (37,5 m de altura); menú variado a base de frutos de mar; a la carta, con un vaso de vino, 160 dólares; fijo de 3 platos, sin vino, 45 dólares por persona. Pertenece al conocido restaurateur Erik Lallerstedt.
- Erik´s Bakficka (4 Fredrikshovs gatan; 660-1599): el segundo local de Lallerstedt es un bistró espartano, pero culinariamente tan ambicioso como el Gondolen; unos 100 dólares, sin vino.
- Bon Lloc (33 Bergsgatan; 650-5082): a 8 meses de inaugurado, mereció una estrella Michelin; cocina del Mediterráneo; 135 dólares. Menú de 6 platos para degustar: 75 dólares por persona.
- Hannas Krog (80 Skanegatan; 643-8225): restaurante de barrio en el Lado Sur con clientela juvenil; especialidades coreanas y marroquíes; 80 dólares.
Aparte de la lista de vinos, en cada mesa hay una botella abierta de tinto de la casa.
Los turistas que deben cuidar el bolsillo están de parabienes: se ha puesto de moda abrir en los museos autoservicios con comida de buena calidad a precios módicos. Funcionan en los horarios de los respectivos museos.
Uno de los mejores es el Atrium, que está en el Museo Nacional; es muy parecido a una piazza veneciana, cafetería incluida. Confiesen: ¿desde cuándo no saborean tortellini de ricotta y tomate desecado con salmón ahumado, albahaca, espinaca y tiras de queso parmesano, por 12 dólares?