El turista que llega a La Boca va y viene por Caminito, posa junto al falso Maradona, pone cara de bailarín de tango para tomarse unas fotos detrás de los carteles sin cabezas, compra un suvenir y, a lo sumo, come algo en un restaurante con música en vivo. Todo a las corridas: según datos oficiales, la estada media del visitante en el barrio es de 20 minutos. Quienes además conocen la Bombonera, lo hacen mayormente en un tour que los deja en la entrada del museo.
Pero hay otra Boca, mucho más auténtica y parte fundamental de la historia de Buenos Aires, un barrio tan único como marginado que busca abrir más puertas a través de la flamante Red de Turismo Sostenible La Boca-Barracas. Este proyecto ofrece circuitos alternativos para conocer el interior de conventillos y talleres de artistas, bodegones, museos, centros culturales y asociaciones civiles. "Queremos que los visitantes entren a nuestra casa, que vean lo genuino. Queremos contarles por qué La Boca es como es y cómo trabajamos en conjunto, algo que también se relaciona con nuestros antepasados del barrio", cuenta Teresa Stambazzi, coordinadora general de esta red que diversifica la oferta turística con el fin de que los beneficios económicos alcancen sectores que hoy no los aprovechan.
Son 70 los actores comunitarios y prestadores de servicios que forman parte de esta iniciativa, y 1690 las personas que, estiman, se verán beneficiadas. Según el Ente Turismo de Buenos Aires, durante el primer semestre del año llegaron a la ciudad más de 1,2 millones de visitantes internacionales, que generaron un ingreso superior a los mil millones de dólares. El 13,5% de los extranjeros incluye en su recorrido La Boca, quinto enclave en visitas detrás de Centro, Recoleta, Puerto Madero y San Telmo.
"Se da una situación particular con Caminito, que es pintoresco, pero ha relegado el desarrollo del resto del barrio. El visitante queda atrapado en ese sector, donde es abordado por decenas de promotores. Y cuando se anima a pasar ese tramo le dicen que no avance porque es peligroso. Pero en los alrededores hay lugares increíbles para descubrir", opina Sabrina Carlini, del Instituto de Cooperazione Economica Internazionale (ICEI), promotor de este proyecto financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia.
Son cinco circuitos, que se extienden por 10,2 kilómetros e incluyen: dos clubes tradicionales; dos importantes agrupaciones de teatro comunitario (Circuito Cultural Barracas y Grupo de Teatro Catalinas Sur); tres cooperativas; cuatro instituciones culturales de La Boca; cinco organizaciones que desarrollan tareas de promoción social, seis relevantes instituciones (como la Iglesia de San Juan Evangelista y Bomberos Voluntarios de La Boca); doce museos, galerías y centros culturales; doce locales gastronómicos, y diecinueve espacios de artistas.
Uno de los recorridos es Siguiendo las vías , por un sector repleto de conventillos que permite conocer la casa del increíble artista Marjan Grum, la milonga El Malevaje (la casa fue atelier de Rómulo Macció), el Conventillo del Pintor y la Asociación Vecinos de La Boca, donde se puede conocer el trabajo con chicos del barrio y compartir con ellos un taller o una merienda.
Por Martín Wain
De la Redacción de LA NACION
De la Redacción de LA NACION
TOURS Y AUTOGUIAS
La red ofrece visitas guiadas (consultar por el 4302-1472 o info@redbocabarracas.org.ar) e itinerarios autoguiados. Los mapas de los circuitos y los contactos (hay que llamar antes en algunos casos) están en www.redbocabarracas.org.ar . Allí hay, además, información de agencias de turismo que ofrecen los servicios para visitantes de afuera.