Hasta anteayer, a pesar de las tenues nevadas caídas en la cordillera patagónica, la temporada de esquí no comenzará este fin de semana. En ninguno de los principales centros se pudieron realizar los necesarios trabajos de alistamiento de pistas. Chapelco y Las Leñas, que de tener nieve suficiente debían abrir este fin de semana, postergaron el arranque de la temporada. Según Roberto Thostrup, de Las Leñas, hasta este domingo no se prevía nevadas y sólo había diez centímetros en la cumbre: se necesitan no menos de 80 para comenzar un primer pisado. Tras una fuerte nevada se necesitan no menos de cuatro días para acondicionar pistas, que en el caso de Las Leñas son 65 kilómetros. Catedral tampoco tenía nieve suficiente, pero allí se programa iniciar la temporada en la primera semana de julio. En Valle Nevado, Chile, con 55 centímetros de nieve hasta anteayer, el sol y la temperatura hicieron postergar una semana la apertura. Las pistas necesitan acumulación y apisonado ideal. Deben ser señalizadas y surcadas por los equipos de patrullaje para brindar seguridad.
"Tuvimos una nevada de un metro mayo que nos complicó el acceso a la base, pero esa nieve se fue y ahora esperamos que caiga nuevamente", se esperanzó Coco Torres, gerente de La Hoya, a 13 kilómetros de la chubutense Esquel.
Nieve, ilusión fabriquera
En ciertos sectores de la cordillera -y siempre que los pronósticos meteorológicos acierten-, las precipitaciones níveas caídas , todavía débiles, se acrecentarán. Salvo Catedral, a pocos kilómetros de la rionegrina San Carlos de Bariloche, que como quedó señalado habilita sus pistas en la primera semana de julio, es posible que -al margen de las nevadas naturales- 10 de sus 200 hectáreas esquiables se cubran con nieve artificial (instalaciones inauguradas el año último y que desafortunadamente no produjeron, entonces, buenos resultados).
Este año, el sector elegido por Alta Patagonia desde Plataforma 1200 para su irrigación de nieve artificial hasta la base, con 45 cañones, tiene ahora algún refuerzo en su sistema de aire comprimido: con esto se espera optimizar el resultado y ofrecer nieve segura al sector de esquiadores principiantes.
Es cierto que buena parte de los argentinos fanáticos de las tablas -entre 55 y 60 mil adeptos en actividad- puede pasar por alto algunos detalles técnicos de seguridad y hasta ciertas carencias. Una sucesión de nevadas les basta para emprender la escapada hasta la montaña predilecta y disimular toda objeción.
Los objetivos de esos esquiadores empecinados son los grandes centros como Catedral, Chapelco o Las Leñas. Ciertos adictos a la nieve dirigen sus planes hacia Cerro Bayo -en las cercanías de Villa La Angostura-, Penitentes, sobre la mismísima ruta a Chile, a un paso del túnel internacional Los Libertadores, desde el que se sigue a Portillo, el casi histórico y bien abastecido centro de esquí chileno que conduce Henry Pourcell. Otros peregrinan hasta La Hoya, en el lejano oeste chubutense.
Tapicería blanca
Y si bien la nieve tapiza dificultades del terreno y echa en el olvido tropiezos achacables a cierta improvisación y situaciones financieras de algunos centros invernales, hay que admitir que este año la comercialización de ski-week -los llamados paquetes semanas de esquí- tuvieron algún retraso: hubo dudas derivadas de los conflictos verificados entre Valle de las Leñas SA y la cooperativa telefónica de San Martín de los Andes.
Por un lado, el propio resort del sur mendocino entró en divulgadas dificultades (problemas sufridos por los bancos Medefín, Socimer y, finalmente, Patricios), lo que obligó a un cambio de directorio y la búsqueda de oxigenación financiera.
La asociación transitoria que Las Leñas SA acordó con la cooperativa de San Martín de los Andes en la llamada UTE para la conducción de Chapelco duró poco.
La cooperativa la consideró disuelta y formó una nueva UTE con Nieves del Chapelco, sociedad familiar encabezada por Enrique Quique Capozzolo, ex funcionario de la Secretaría de Turismo y caracterizado esquiador de las nieves cercanas a San Martín de los Andes.
Los altibajos de finanzas, cambios de directorio y otros apresuramientos para que la casa esté en orden no impidieron la reactivación. Se restableció la venta por parte de los mejores comercializadores del invierno, a las puertas de las vacaciones escolares, pero buena parte de las programaciones de eventos quedaron inconclusas: los sponsors se sumaron al síndrome del Mundial de fútbol y sus derivaciones televisivas.
Si las nevadas se precipitan y la procesión blanca se pone en marcha, tanto los comedores de altura de los cerros como los restaurantes de las ciudades próximas y la hotelería en general tienen suficientes pantallas a disposición para no perder detalles para los que están lo suficientemente fanatizados con el fútbol.
Las inmobiliarias de Bariloche, San Martín de los Andes y Villa La Angostura registraron demandas de cabañas y bungalows con televisores para las tres semanas próximas, en el caso de que se anuncie la apertura de las pistas.
El alquiler de televisores en la cordillera sureña y en los resorts mendocinos constituye un detalle decisivo para concretar operaciones.
Como antes, más que antes
Los precios de hotelería, paquetes de esquí y comidas -hay cada vez más competencia en el rubro fast food y en los servicios delivery- se mantienen. Creció el porcentaje de esquiadores autóctonos que prefieren esquiar en Chile. Basan su predilección en los costos de cierta hotelería, alimentación y rentabilidad de los abonos para los medios de elevación. Otra ventaja en las tarifas del traslado trasandino.
Para el caso de Portillo, la elección deriva de la seguridad de nieve. Su pista Plateau está equipada con un sistema de nieve artificial, el único que hasta ahora dio buenos resultados. Otra razón de los esquiadores que prefieren Chile proviene de considerar a su capital, Santiago, un destino alcanzable a bajo costo aéreo y, para colmo, a pasos de tres centros de esquí. Son los escalonados en las montañas a la vista: Valle Nevado, La Parva, Farallones-El Colorado.
En el espectro del esquí argentino, la gran novedad de este año la aporta Tierra del Fuego -verdadero paraíso del esquí de fondo y otras maravillas- con el surgimiento de un verdadero centro de esquí alpino, Monte Castor, un emprendimiento mixto a 28 kilómetros asfaltados de Ushuaia que, decididamente, cambiará el futuro invernal de la región.
Monte Castor se encuentra en plena construcción en el cerro Krund, donde la firma Poma, contratada por el gobierno de Tierra del Fuego, instala a todo vapor tres aerosilla cuádruples de alta velocidad, que suman una capacidad de elevación de 4400 esquiadores-hora. Desde lo alto, los deportistas se deslizarán por pistas de todo tipo de dificultad para superar un desnivel vertical de 761 metros.
Según las estimaciones, la preinauguración de Monte Castor se concretará el 15 de agosto. No es tarde: en tiempos normales, el lugar tiene nieve hasta mediados de octubre.
Francisco N. Juárez
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