Si está con la valija lista para tomar el primer vuelo que se ofrezca por una ganga, espere sólo un poco. No demorará mucho, pero el festival de ofertas no llegó todavía y, según comentarios del mercado, la excelente temporada alta que se está cerrando no apura justamente a que las aerolíneas se pongan un poco más generosas con los precios bajos.
Los anuncios de la aerolínea Lan con tarifas más económicas para varios puntos del país parecían dar el puntapié inicial a la temporada baja, que como las liquidaciones en las tiendas de ropa se expanden casi por contagio.
Pero todavía los precios se mantienen altos, como nubes cargadas a punto de romper en una lluvia. Y debería suceder en pocos días. Cuando eso ocurra, cuando caigan los precios, llegará el momento oportuno de degustar ofertas sabrosas. "Todavía tengo precios altos. Es más, están muy altos", afirmaba, sin ocultar su satisfacción, un agente de viajes ante la pesquisa sobre las oportunidades disponibles en el canasto de saldos de los pasajes aéreos.
Lan, con algunos precios tentadores a Córdoba, Mendoza, San Pablo y Santiago, llama a visitar su página Web y encontrar siempre las mejores ofertas . Por su parte, en los precios disponibles de Aerolíneas Argentinas no se vislumbra ninguna tarifa promocional más que los valores habituales entre los que fluctúan los pasajes según la demanda de cada vuelo y horario. En los tramos internacionales se encuentran algunas ofertas aisladas a Estados Unidos, por Lan, o a Brasil, por TAM. Seguramente, algunas otras aparecerán en las páginas de LA NACION.
¿Pero cuándo comienzan a bajar las tarifas las compañías? Cuando cae la demanda, cuando la cantidad de pasajeros es menor que la oferta de asientos y éstos deben ocuparse.
El espacio en los aviones es como el pan de una panadería: si no se vende, es como tirarlo a la basura, porque ya no puede ser revendido. Eso hace que las aerolíneas lo ofrezcan a un precio menor y cubran los costos del vuelo. Como es conocido, un mismo vuelo, en un mismo avión, tiene diferentes niveles tarifarios. En realidad, lo que las compañías hacen es ampliar los cupos de las tarifas más bajas. Esos precios, los más bajos, están siempre disponibles -excepto picos de temporada- si se compran con mucha anticipación o en un vuelo donde tradicionalmente haya poca demanda.
Por eso, no hay nada más caro que llegar al mostrador de urgencia para tomar un vuelo casi lleno. Pero nada más gratificante que tener por anticipado un pasaje que valdrá el doble en el momento de usarlo.
Por Encarnación Ezcurra
Para LA NACION
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