Las pastillitas verdes no existen, o sí pero las tenés en algún lugar de tu cabeza y las tenés que activar solita. La cuestión es cambiar la óptica, no desesperarse por las situaciones y tratar de fluir con cada nueva circunstancia sin pensar que nada es tan terrible ni tan permanente.
Salvo lo que verdaderamente lo es. Todo lo demás puede cambiar, cambia de hecho, constantemente y cuando uno menos lo espera.
Mientras tanto me sumo al brindis por ese casamiento que se viene por ahí. Los días están llenos de cosas lindas. Hay que andar con los ojos abiertos nomás.
Ah (lo acompaño con un largo y sonoro suspiro), a veces sí que tengo momentos de lucidez, eh.
La cuestión es lo mucho que me cuesta llevarlos a la práctica que si no…
Ah (lo acompaño con un largo y sonoro suspiro), a veces sí que tengo momentos de lucidez, eh.
La cuestión es lo mucho que me cuesta llevarlos a la práctica que si no…