Siguiendo con lo que se habló ayer en los comments. Vamos a suponer que Nicolás está con una mina, o con mil minas. Supongamos que esta semana se fue a la República Checa con una mina.
OK, claro, se me revuelve el estómago. Si me enterara a ciencia cierta que así es, lloraría y no podría estar despierta para no imaginármelo, para no pensar posibilidades y generar fotos mentales a cada segundo.
PERO: es su deber decírmelo?
Aún siendo los tiempos un poco acotados, aún sabiendo que es una locura y que cada cosa tiene su momento, digo, aún estando convencida de que si el tipo ya está enganchado en otra historia es un error garrafal, es su obligación informarme?
Estamos casados legalmente, OK. Pero vamos, que ambos estuvimos de acuerdo en separarnos, no es que el pibe de un día para el otro se borró. No le guardo rencor. Un poco de bronca a veces, sí. Pero no estoy pensando en cómo hacerle algo malo.
Por qué tendría que buscar una venganza?
O es que la posibilidad de ejercer un derecho es todo en lo que tengo que basarme?
No sé, ayer pensaba. Andá a saber qué pasa en el futuro cercano, cuando la cosa se ponga más práctica. Cuando haya que empezar con los bienes y esas cosas. Con las visitas a sus hijos y la cuota alimenticia. A lo mejor ahí se pudra todo? Ustedes dicen que yo tengo que tener un arma oculta?