A CAPULCO, México.- En el álbum de los recuerdos de un viajero insaciable hay de todo: desde una acogedora habitación en un hotel en St. Thomas hasta algún desencuentro con el anfitrión en Bolivia. Hay experiencias menos placenteras, como por ejemplo satisfacer el pedido de los amigos en el free-shop. Viajar no siempre es un jolgorio. La reciente experiencia en esta ciudad, donde el objetivo fue asistir al Tianguis Turístico, versión 23a., demuestra que este tipo de reuniones, o bien ferias, exposiciones y congresos, captan la atención de todos quienes han visto engrosar sus economías en el renglón dedicado al turismo y promueven un intenso trabajo.
El Tianguis convocó adeptos de los países más recónditos del mundo, además de una legión de periodistas especializados. Es, sin duda, la reunión más importante en América latina y la novena en escala internacional por el número de empresas e instituciones participantes, por la infraestructura turística que representa y el volumen de las transacciones que en él se concentran año tras año.
El presidente mexicano Ernesto Zedillo Ponce de León inauguró el encuentro que se convertiría durante cuatro días en el medio ideal para delinear el futuro de la industria. "El turismo para nosotros -dijo- significa tener un extraordinario instrumento para impulsar el desarrollo económico y social del país, y de ahí deriva la enorme importancia que yo le confiero a este encuentro."
Danza de millones
Las estadísticas son elocuentes. Según la organización Mundial de Turismo, en 1997 se registraron 613 millones de llegadas de turistas de todo el mundo que dejaron en las arcas mexicanas un monto estimado en miles de millones de dólares. Pero eso no es todo. De acuerdo con estimaciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, en el 2000, entre el 10 y el 11 por ciento del valor mundial de la producción será aportado por el turismo, quedando alrededor de uno de cada nueve puestos de trabajo, también en el nivel mundial.
Las cifras son indicativas de que para México el turismo es muy buen negocio, pero el tema presenta una arista aguda, según pudo advertirse en las reuniones del Tianguis. El principal mercado de este país es el sol y las playas, aunque este modelo -según sostienen las autoridades mexicanas-, comienza a mostrar, en algunos casos, signos de agotamiento. Es necesario -sostienen- diversificar y complementar los destinos para evitar círculos viciosos que limiten la oferta turística.
En consonancia con esta preocupación, el gobierno impulsa inversiones públicas y privadas en el sector. Hoy se tienen identificados 132 proyectos de inversión privada, de los cuales 73 quedarán concluidos durante 1998, por una inversión que ascenderá a los 1626 millones de dólares. Adicionalmente existen 95 iniciativas de inversión que implicaron un monto de 2257 millones de dólares.
De nuestro país
La Argentina congregó aquí múltiples operadores para hacer sus negocios. No era para menos, si se considera que el tentador anzuelo que significó México el año último, cuando 200.000 argentinos lo tuvieron como destino, aunque buena parte de ellos se concentró en las paradisíacas playas de Cancún.
Que un peso argentino tuviera el valor de un dólar de Estados Unidos fue la mejor fórmula para que agentes de viajes y turistas pudieran encontrar por estas tierras precios adecuados a sus presupuestos y a sus expectativas.
Al amparo de las ventajas de la conversión, los prestadores comerciales de nuestro país volvieron a la carga en esta oportunidad e inicialmente, según trascendidos, "los negocios, casi seguros, llegarán a buen puerto". Promover viajes de estudiantes habría sido uno de los capítulos más destacados en esta historia.
Por supuesto que al final del Tianguis hubo tiempo para recordar eso que Agustín Lara le decía a María Félix: Acuérdate de Acapulco, de aquellas noches María Bonita, María del Alma. Porque Acapulco fue, además de un canto al trabajo, una fiesta en la que buena parte de quienes están vinculados con el turismo dieron rienda suelta no sólo a sus esperanzas, sino también a sus sueños con el Pacífico como magnífico escenario.
Por Julio Aguirre Chaneton
(Del suplemento Turismo)
(Del suplemento Turismo)
Siguen prosperando los contactos de negocios en la ciudad de los clavadistas