Newsletter
Newsletter

Mis deseos hacia ellos





Estoy contenta porque me quedan tres días de descanso absoluto por delante, pero triste porque no quiero dejar de escribirles. Pero bueno, como dice China, o su mami, o sea, quien les escribe: ¡Así es la vida!
Así es esta vida delirante en la que por momentos ponemos el piloto automático y hacemos un esfuerzo -las más de las veces- al cuete (agotándonos). Y olvidamos la locura, la adrenalina de este milagro absurdísimo en el que estamos metidos. ¡¿No se dan cuenta de lo tirado de los pelos que es todo esto?! Yo acá, ahí vos, ustedes, miles, poquitos, conectados en simultáneo, con o sin tecnología de por medio, conectados al fin, siempre, jugando cada uno su juego, y jugando todos juntos, al mismo tiempo, en un mismo espacio.
Ahhhhh. A veces con sólo detenerme cinco segundos y pensarlo: wow, sí, respiro, mi corazón late, estoy de pie en una bola gigante suspendida en el aire, rodeada de millones como yo, perdidos, desesperados, corriendo sin saber el destino... Uf, con sólo pensarlo, la energía se te reactiva al toque, ¡y el cuerpo se revitaliza tan fácil!
Y ya. Y ahora sí, quiero invitarlos a que soltemos nuestros deseos hacia los padres. Perdonen, no soy muy pro días comerciales, pero en este caso sirve el pretexto.
¿Mis deseos hacia ellos? Que se den tiempo, que se den mucho tiempo para tirarse al suelo y que sus hijos se le cuelguen, los abracen y les hagan lucha libre. Que suelten el control por unos días (así le van agarrando el gustito, de paso) y se duerman una siesta de aquéllas, con ronquidos, babeada y por qué no, una bandeja con café espumoso y algo dulce de sorpresa (tarea para las madres). Que pongan un CD y bailen haciendo el ridículo, como tarados, que canten como perros, que se den el permiso de ser los payasos (de sus hijos y jermu). Que coman rico, que hagan el amor si encuentran un momento (encuéntrenlo) y que se sepan privilegiados por tener y recibir todo lo que están recibiendo.
Me conmueve verlos entregados a su "oficio", ¿saben?
¿Y ustedes? ¿Cuáles son tus deseos hacia los viejos (propios y ajenos)?
PD: ¡Feliz día, pa! ¡Feliz día, Fede! ¡Feliz día, Nico! ¡Los quiero!

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

“Muchacha, hacete el Papanicolaou”

“Muchacha, hacete el Papanicolaou”


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP