No hay nada que me divierta más que la música de los casamientos. Reconozco que no tengo buen oído y estoy segura de que si me llegaran a leer los fans de Rolling Stone pensarían que soy una tilinga, pero me encanta la música cachengue y me mata este nuevo grupo Agapornis que remixea lentos bien melosos ( la versión de Adele me copa ). Repito: no tengo oído musical y a Martín le pone de muy mal humor cuando me pongo a cantar a los gritos algún “hitazo” en el auto. Pero disfruto de bailar con él y mis amigas estos temas de ayer y de hoy que más allá de sus letras básicas, se te “pegan” y te llevan bien arriba. Siempre fue así y así será en mi fiesta (o al menos eso espero).
El casamiento de mi única amiga que se casó fue en diciembre y el dj fue Repila . Así que cuando llegó el momento de contratar la música los llamé a ellos para tener una entrevista.
Quedamos para ir a las 19 (después del trabajo de ambos) y nos encontramos con Martín en una esquina a mitad de camino para llegar juntos.
La reunión fue buenísima. Más allá de la buena onda de los chicos y de lo que nos ofrecían, en un momento me abstraje de la acción y me di cuenta de lo que estábamos viviendo. Nos vi a los dos súper compenetrados hablando de lo que queríamos para nuestra fiesta, la música que nos gustaba, los temas que no podían faltar. Fue el primer momento desde que había arrancado la organización en el que sentí que los dos nos habíamos subido al mismo barco y remábamos entusiasmados para el mismo lado.
Las preguntas fueron miles (casi todas mías).
-Si te digo que no pongas ni una marcha, ¿me vas a hacer caso? -Nosotros vamos a hacer lo que ustedes nos digan, pero te recomiendo que pongas un poco de todo. Igual si no querés marcha pesada podemos buscar la alternativa con las marchas de moda, tipo David Guetta –me respondieron.
-Nosotros no queremos pista, ni damero, ni nada de eso...¿puede ser? -La pista sobre el piso está buena para delimitar el espacio de baile, pero ustedes deciden. Igual, no tienen un salón tan grande en el que sea necesario delimitar la pista entonces no es indispensable.
-¿Nos pueden armar la canción de entrada que queramos? ¿Ustedes pueden remixar cualquier tema? -Sí, podemos mezclar más de un tema o remixar uno en particular. Eso lo armamos juntos 3 o 4 semanas antes del casamiento.
No paraba... y al final Martín, que ya estaba quemado, pedía disculpas por lo pesada que me estaba poniendo. Todos se reían y contestaban pacientemente. Nadie negaba que yo estaba pesada pero no me importaba porque para mí la música es el gran ingrediente de la fiesta y no puede fallar. Cuando terminó la reunión, agotados, nos fuimos a comer a uno de nuestros restaurantes favoritos (justo estaba a la vuelta). Comimos una botana (variedad de comida mexicana) en Taco´s Box. Brindamos con margarita y seguimos hablando del casamiento. Al principio estábamos un poco monotemáticos. Ahora intentamos mechar otros temas porque sino nos la pasamos hablando de lo mismo.
¿Cómo imaginan la música en sus casamientos? ¿Les gusta la onda cachengue/ochentoso/reggaeton o van más por la marcha y el house? ¿Ya tienen dj? ¿Alguno para recomendar?
Mery Bride merybride@gmail.com
PD: ¡Gracias a Sebas Hulton, Loli y los chicos de Repila que me tuvieron muchísima paciencia desde la primera entrevista!