Wow, qué impresionante es internarse en la Naturaleza sin rumbo y de golpe encontrarte absolutamente sola, con la solidarísima compañía de Chuchi, así bauticé al perro que se empecinó en hacerme de guía. Es increíble cómo en ese contexto la comunicación con Dios, con el Orden Natural del Universo es tan limpia, tan clara, tan directa. Un encuentro con uno mismo a cara lavada, de una intimidad perturbadora, escalofriante, intensa.
Recé por todos, por mí, por mi marido, por mi ciudad, por mi país, por el mundo. Visualicé un mundo igualmente caótico, pero que de a poco se relaja... se conecta entre sí, se amiga, se reconcilia, se ríe, festeja, baila. De a ratos me asustaba, me daba miedo que apareciera una víbora, o un perro vigilante que viniera a atacarme. "La Naturaleza está tan idealizada", decía el otro día el vecino... Pero por suerte tenía a Chuchi, este perro aburrido que me seguía a todas partes. De hecho, en un momento apareció otro pichicho todo histérico y Chuchi salió a ladrarle. "Te torean nomás", me dijo un lugareño... "vos tirale una piedra y gritale". Ni en pedo, miren si justo le pifio... Jaja.
Aclaro que tengo una marca: de chica me mordió un perro salchicha y otro policía.
En fin, siendo mi 3er día no me pude resistir, y aunque todavía seguía nevando, me encapuché toda y salí a caminar por ahí.
Ahora los vecinos me invitaron a tomar mate y comer algo rico. Ahí mismo me conectaré on-line para leerlos y comentar. Ellos son 2 jóvenes, un matrimonio con un nene (él, realizador cinematográfico, ella, profe de yoga), que hace un tiempito ya dejaron la ciudad para instalarse acá. Me interesa conocerlos un poco más, empaparme de su experiencia... Porque al igual que muchos de Uds., tengo una fantasía fuerte en relación a vivir rodeada de verde, pero que la tomo muy con pinzas. ¡¿Cómo se sobrevive económicamente?! ¿Cómo se sobrelleva la soledad, la distancia física y concreta en relación a mi vieja, Yanet, Indira, mi hermano, mi abuela, mi prima... el cafecito de la esquina? (Con esto último exagero, desde luego).
¿Qué piensan de todo esto? ¿Cuánto disfrutan la gran ciudad, cuánto la padecen? ¿Ya hablamos algo?! ¿Cuánto fantasean con irse? ¿A qué le temen en relación a este proyecto?
En esta nota: