Nueva Gran Jefa es de las que te dan un beso por las mañanas. Otra más. Odio a los besadores de oficina, ya lo dije, no se puede andar besuqueando a todos los compañeros de trabajo a diario. Un "Hola, buen día" con media sonrisa es suficiente. Uno se ve todos los días del año, por casi 9 horas; los veo más que a mi familia y en casa tampoco nos despertábamos y nos saludábamos con beso cada mañana. Se ve que es una costumbre de esta agencia porque ya ha sucedido en el pasado. Too much.
Gran Jefecita llega todas las mañanas (de exagerado buen humor), se te acerca y te besa, a mí y al resto, aunque parece que solo a mí me irrita. El Babosiento -ex Pedro el Grande- está encantadísimo como era de esperarse y cuando lo mando a besuquearse con los muchachotes del piso de abajo me dice:
-Ah, bueno, pero eso es distinto, esos son pibes, esta es una mina.
-Y yo soy una mina también. No tiene nada que ver, nene. No da saludarse con beso todas las mañanas. Es una exageración. Yo te saludo con "Hola nene" y no te doy un beso cuando llego.
-Dame un beso si querés, eh. Yo encantado.
Tonto.