–Cuándo no estás de gira, ¿te gusta viajar por tu cuenta ?
–Antes no, porque vivía haciendo giras, pero ahora que estoy más veterano y mis hijos crecieron, me encanta irme de viaje con mi mujer.
–¿Cómo te definirías como turista?
–Turista de tiendas. De tiendas de música, de ropa, de comer y de tomar. Un turista antipaseandero, digamos. Si me dicen de caminar, subir montañas, recorrer los barrios…, ¡minga!
–¿Dónde pasabas tus vacaciones en la infancia?
–No tenía vacaciones. Solamente tenía un campamento que se hacía en una escuela marítima, donde cantábamos canciones deeeeelcaaampameeentooo y a todos los niños nos daban la leche y cosas de comer. Eramos bien pobres. Eso lo hice durante cuatro años en Montevideo. Y eran vacaciones, porque Montevideo tiene su vacación propia. Vos caminás media hora y llegás a cualquier playa.
–¿Y ahora dónde te gusta ir de vacaciones?
–Volvería siempre a Nueva York. Me encanta la ciudad, su música, la moda, las casas de música y la comida chatarra. También me encanta que encuentro talles para mí, porque soy gordo y grandote, y nunca encuentro talles en ningún lado.
–¿Alguna vez tuviste problemas para cruzar la Oficina de Migraciones en Estados Unidos?
–Personalmente nunca tuve problemas, pero viajando con un plomo que se llama Martínez, de las cinco veces que fuimos, siempre lo detuvieron una hora. Es algo espantoso, con toda la banda esperando si se volvía para Montevideo o pasaba con nosotros.
–Si pudieras visitar a tres músicos de todos los tiempos, ¿a quiénes irías a ver?
–A Carlos Gardel, en la Argentina; John Lennon, en Inglaterra, y Ray Charles, en Estados Unidos.
–¿Qué es lo que más te sedujo de Buenos Aires la primera vez que llegaste?
–Yo era un niño y primero me asusté mucho. Para un uruguayo que llega de una ciudad tranquila, entrar a Buenos Aires con toda esa locura fue un verdadero susto. Después me sedujo mirar para arriba y encontrarme con tantos rascacielos, toda esa cantidad de autos, las luces de la ciudad. Todo eso me sedujo.
–¿Y qué es lo que más extrañás de Montevideo cuando estás de viaje?
–Ir al estadio a ver a Peñarol.
–¿Tu sala de conciertos favorita?
–El Teatro del Galpón, en Uruguay, donde hice mi primer concierto, y luego millones de experimentos con todos los grupos importantes de mi país.
–¿Un lugar en el mundo, sin contar Montevideo?
–¿Buenos Aires?
PERIPECIAS DE UN VIAJE CON 10 DOLARES
"Viajé a Munich con un grupo que se llamaba Buenos Aires RU. Hicimos escala en Madrid, pero antes de llegar a Munich, mi pasaje tenía una escala en Düsseldorf, mientras los músicos que me acompañaban volaron directamente a Munich. Como llegamos tarde perdí el vuelo y tuve que quedarme en Madrid con 10 dólares hasta el día siguiente. No conocía nada, dormí en una pensión de mala muerte con una mano atrás y otra en el bolsillo, y al día siguiente tomé un taxi para ir al aeropuerto. Me costaba 12 dólares, pero yo tenía 10 nomás. Le rogué al tipo, le expliqué lo que me pasaba y me dejó en el aeropuerto. Ahí me tomé el avión y cuando llegué a Munich, nadie me estaba esperando. Me acerqué a la oficina de Iberia y les expliqué lo que me había sucedido, pero el tipo me miraba como si estuviera loco. Entonces apareció una señora que se apiadó de mí y se ofreció a llevarme hasta el barrio donde estaba mi hotel. Cuando finalmente llegué me encontré con los músicos, y lo único que dijeron fue: ¿Cómo te va Negro, qué hacés?, para enseguida seguir ensayando. No me dieron ni pelota, sin saber que yo había atravesado una peripecia y venía de llevarme el susto más grande de mi vida."
Rubén Rada presentará este jueves 20 Confidence, su banda instrumental, en La Trastienda. Entradas, desde $ 70
Rubén Rada