Y llego de nuevo al viernes con la lengua afuera, agradecida de tener dos días de rutina fácil, en familia.
¿Novedades?
Apareció el bendito autito turquesa. Estaba guardado en el bolsillo delantero de la mochila de China, quien -cuando marido lo descubrió- puso una cara de pícara.
¿Otra nueva?
Después de la entrevista inicial con la seño de Chi, me decidí... Me dije:" voy a ponerme en campaña para que por lo menos una vez a la semana haga alguna actividad con el cuerpo, en lo posible social-expresiva". Ese mismo día por la tarde me la pasé conversando acerca del asunto con Elena (madre filósofa) y hete aquí que al día siguiente, a la salida, se me dio por acercarme a saludar y felicitar a un papá actor y clown, cuya obra veníamos de presenciar el mismo domingo (luego paso info). Y después de darme las gracias, me suelta: "ah, y en abril voy a empezar con clases para chicos, de juegos teatrales y clown, así que si te interesa...?" "¿A partir de qué edad?" "Para chicos de 4 y 5..." Bingo.
¿Qué más? Retomé yoga. Una sola clase, el cuerpo en Babia... proceso lento, de despertar información, data dormida... de ir de a poco re-avivando la musculatura, el esqueleto, esas fuerzas invisibles que nos diagraman.
Hoy viernes finalmente en un rato, nos estamos reuniendo con el grupo de trabajo de Villa Celina. Cruzo los dedos para poder seguir sumando en este plano, para que mis tiempos no se enmarañen hasta el colmo y el caos de mi rutina siga equilibrado.
Y por último, ¿se acuerdan de Rosi, amiga de China? Aquella que dejó de ver de un día para el otro por razones... ¿de fuerza mayor? Bueno, anoche no sólo se vio con mi hija, sino que, se quedó a dormir en casa. Prometo desarrollar más este punto la próxima semana…
Y se siguen acumulando los mini relatos... Es época de abundancia (dramatúrgica).
¿Ustedes qué me cuentan? Bienvenidos los pensamientos libres, sueltos, sin filtro, al paso, al voleo, fáciles, remolones, tontitos, catárquicos...
¡Buen fin de semana!
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Locaslindas
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