¿Por qué siempre que en una mesa se empieza a hablar de política terminamos tan raramente apasionados?
¿Cuánto se discuten proyectos como afinidades (casi de piel) a partidos y candidatos? ¿Cuánto de verdad se piensa por uno mismo y cuánto se repite lo que -de alguien- hemos oído?
¿La derecha y la izquierda son categorías todavía válidas?
Mi sensación es que -a veces/casi siempre- se interpretan los hechos desde una perspectiva tan relativa, que se torna difícil apreciar la cosa de un modo cabal, íntegro, "objetivo" (si hay tal cosa).
"Soy anarquista", me dijo Agustín anoche, un amigo de mi hermano. "Algún día los hombres mereceremos no tener gobiernos", bromeó (citando a Borges).
Toda esta charla surgió porque por la tardecita una joven me paró en la calle y vino a hablarme de las causas que defiende Pino Solanas en su campaña. Me dejó un cuaderno para que leyera y me pidió que me adhiriera a su partido, si estaba de acuerdo.
Tengo el cuaderno en mi cartera, pero todavía no tuve tiempo. Igual, de todas maneras, ¿podría evaluar a alguien por lo que articula como promesa?
En fin, este año hay elecciones y si bien tengo cierto grado de escepticismo en relación a la política partidaria (por así llamarla), me gustaría encontrar algún candidato que de verdad represente mi voluntad como ciudadana.
¿Y ustedes.? ¿Qué piensan? ¿Qué políticos les agradan y por qué motivos? Propongo un intercambio respetuoso y constructivo.
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