Créditos: Corbis
Para tener un cuerpo divino, no te queda otra que invertir horas en un gimnasio. Pero si de pelo se trata, hay una nueva teoría dando vueltas que sostiene lo siguiente: menos es más. ¿Qué significa esto? Hay varios cuidados y rutinas que tenes que dejar de hacer para tener un mejor pelo... y unas horitas extras para descansar a la mañana.
Cortala con el cepillado
Cepillar tu pelo muy seguido es una práctica totalmente innecesaria. No solo perdés tu tiempo en algo que no va a mejorar exponencialmente tu pelo, sino que además contribuís a lastimarlo. El pelo debe cepillarse durante un minuto, y siempre y cuando esté seco o casi seco. Si cepillás tu pelo estando mojado, que es cuando más frágil se encuentra, el daño puede ser aún mayor. Para evitar tener que desenredar tu pelo a la salida de la ducha, probá cepillandolo con un peine de dientes anchos antes de mojarte el pelo.
Decile "no" al lavado diario
Lavar tu pelo todos los días tiende a resecarlo y quebrarlo y es, además, una rutina que puede robarte entre una y dos horas todos los días. Las chicas con un pelo muy seco pueden saltearse el shampoo hasta dos o tres días, y las chicas con un pelo más grasoso pueden darse el lujo solamente día por medio. Si tu problema es un flequillo demasiado grasoso, podés probar a separarlo del resto de tu pelo y lavar diariamente solo ese sector. Sino, como última opción, mojá todo tu pelo pero evitá el shampoo.
No abuses del acondicionador
Si la botella del acondicionador se gasta casi tan rápido como la del shampoo, hay algo que estás haciendo mal. Para un lavado perfecto tenes que aplicar una gota de acondicionador solamente en las puntas. Si no, el pelo te va a quedar pesado y cargado de residuos, y vas a gastar más horas debajo de la ducha intentando sacártelos.
Hace uso de la toalla
Antes de exponer tu pelo empapado al calor del secador, apretalo con la toalla lo más que puedas, eso sí, sin frotar para no dañarlo. Así, vas a ahorrar tiempo de secador y vas a mantener tu pelo más sano.
Todo a temperatura media
Tres veces por semana dale a tu pelo (y a vos misma) un descanso de la planchita o buclera. Y el resto de los días, procurá que el artefacto esté siempre a temperatura media, para reducir el daño.
No lo toques
Tus dedos depositan suciedad y aceites...así que evitá tocarlo, mimarlo y retorcerlo. Y antes de peinarlo, lava tus manos.
En esta nota: