En agosto de 2006 hicimos una escapada a Penitentes, Mendoza. Disfruté, junto con Rafael, de las montañas nevadas, las pistas de esquí y un sol brillante los cuatro días. Pude cumplir mi sueño de ver el Aconcagua con el valle de Horcones nevado. Mi atracción por este sueño mendocino nació en 2001, cuando en un congreso médico realicé una visita turística a la zona. El Centinela de Piedra o Ackon Cahuak, según su nombre en quechua, me había impactado. Empecé a preguntar entonces si haciendo trekking podría alcanzarlo. Y así fue como en 2003, después de mucho trabajo en el gimnasio, pude hacer junto con dos amigas (Ale y Celeste) trekking hasta Confluencia y Plaza Francia.
La belleza y emoción de caminar con la mochila entre estas montañas de más de 5000 metros fueron indescriptibles. Y por eso siempre tuve el deseo de volver y llegar más arriba y verlo nevado. Por eso volví este agosto, y la imagen del valle de Horcones con el Aconcagua al fondo la queríamos compartir con ustedes.