
Ahora, la voy a buscar a mamá.
Anoche me quedé a dormir con ella en el sanatorio. Ya se siente bien, así que nos quedamos hablando como hasta las 2 AM.
Me preguntó mucho sobre la crisis con Nicolás, y me contó que cuando ella era joven y nosotras chiquitas, papá la engañó con una secretaria de la oficina.
Cuando ella se enteró (se lo contó la mujer de uno que trabajaba ahí), le revisó el saco, le encontró una notita de la mina esta, se la dejó en la almohada de al lado mientras él dormía, hizo un bolso con ropa nuestra (que estábamos en el colegio) y se fue a lo de su madre (recordé perfecto "la época" que vivimos en lo de mi abuela porque en casa habías "goteras").
La historia termina bien. Y mamá asegura que desde esa crisis, su relación con el marido cambió por completo y para bien.
Que, si hacerlo explícito, ella agradece lo que pasó, porque los hizo a ambos, valorar lo que tenían.
Yo no sé.
No estoy en ese punto, aún.
Nicolás y yo estamos mucho mejor.
Pero hemos tenido mejores épocas.
Cada día me figuro menos la imagen de la infidelidad, pero aún lo hago de vez en cuando.
Hoy llegué a casa bien temprano, para despertar a Marquitos.
Entré a mi cuarto y estaban todos en la cama. Nico, Marcos, Lujan, Lucas, y el gato.
Les saqué una foto con la cámara.
Y otra, mental.
Y me la envolví para regalo.
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