Estados Unidos propone endurecer la regulación sobre el turismo en la Antártida, para proteger mejor esa frágil región de daños medioambientales. Hillary Clinton, secretaria de Estado, anunció que su gobierno "ha presentado una resolución que impondría límites a la llegada de barcos que transportan muchos turistas a la Antártida", en su discurso inaugural de la reunión conjunta del Consejo Consultivo del Tratado Antártico y el Consejo Artico, que se realiza hasta el 17 del actual en Baltimore, Estados Unidos.
Clinton pidió a las delegaciones "mayor cooperación internacional" para prevenir el vertido de productos tóxicos de barcos turísticos con objeto de evitar una mayor degradación ambiental en la Antártida. "Estados Unidos está preocupado por la seguridad de los turistas y la idoneidad de los barcos que viajan al Sur", agregó. Según la Asociación de Operadores Turísticos de la Antártida, el turismo en esa región aumentó de 6700 personas registradas en la temporada 1992-1993 a 29.500 en 1996-1997 y más de 46.000 en 2007-2008.
La mayoría de los turistas es de Estados Unidos (casi el 36%), Reino Unido (16%) y Alemania (11%).