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Qué cosa fuera…


Taller de Masa Líquida.

Taller de Masa Líquida.



En el programa "Ensalada Verde" del que hablé la semana pasada, los martes cocinan en vivo y sin harinas. La propuesta es consumir menos productos refinados y reemplazarlos por otros naturales. Lo primero que se me vino a la cabeza fue: no cuenten conmigo. Las tortas, los budines y las pizzas son una tentación, un placer al que no voy a renunciar. Pero, por otra parte, sé que no son alimentos que aporten demasiado al organismo y son bastante adictivos. ¿Podría prescindir de ellos? Tal vez. Gracias a escribir este blog tengo la posibilidad de conocer personas con diferentes estilos de alimentación.
Por eso decidí charlar con el responsable de los "Martes sin harinas", Rober Cragnolini, en un principio para que me mostrara alguna receta y me contara en qué consistía MasaLíquida . Nunca hubiera sospechado que horas después, cuando saliera de su casa, me quedarían tantas ideas dando vueltas en la cabeza, no sólo acerca de la comida, sino sobre los caminos por los que nos llevan nuestras elecciones.
Rober vive con su mujer, Carla Torres, en el barrio de Villa Ortúzar. Me recibieron, afectuosos y entre los dos me contaron su historia. Hace cuatro años ella lo "mandó" a un curso de cocina para que desarrollara su talento. Por entonces bailaban tango y competían pero él había tenido que parar porque se había lastimado el pie. El lugar al que fue para aprender resultó ser vegano. Tomó unas clases y quedó impactado por todo lo que podía hacer con productos naturales. Estudió el perjuicio de los químicos y para complementar, hizo un curso de asesor nutricional. Ya era vegetariano por instinto, porque era sensible a las grasas pero no tenía una dieta estricta, seguía comiendo harina integral pero cada vez le costaba más digerirla.
En su casa con paredes pintadas de verde y equipada con todo lo necesario, ellos suelen trabajar en equipo. Sobre la mesa descansaban verduras de varios colores. Mientras uno se encargaba de la preparación de lo que después comeríamos, el otro se hacía escuchar por encima de la música o el sonido de la licuadora.
-Descubrimos la masa líquida por accidente. Habíamos empezado a comer los granos enteros de diferentes cereales y probamos hacer granola pero queríamos hidratar la avena para que no quedara tan dura y poder masticarla, le echamos manzana rallada y le salió lechosidad. Lo mismo pasó con unas hamburguesas con avena arrollada. Entonces con ese líquido hicimos panqueques. –contó Rober.
Como estaban en transición hacia los alimentos crudos, el descubrimiento les devolvió el placer de masticar una textura crujiente pero llena de verduras sin cocinar. Se volvieron fans de la masa líquida y la usaron para todo: pizzas, pan chato, rebosados, milanesas de berenjena. Al comer sin gluten se sintieron menos hinchados pero sin perder masa muscular. Para ella, siendo bailarina, significó dejar de comer todo light. Me dijeron que el cuerpo se acostumbra a los alimentos, que es cuestión de escucharlo. Ya no sienten deseos de consumir quesos ni harinas, porque encontraron formas de reemplazarlos y saben que si los comieran ahora les caería pesado.
Este hábito puede resultar extraño para mucha gente. Al principio también lo fue para sus familiares. Pero uno toma muchas veces una situación como natural cuando no lo es. Que los chicos tomen gaseosas cola o se llene con golosinas del quiosco es, aún hoy, algo más aceptado por la sociedad que la persona que elige ser crudivegana.
Un año después de cocinar la masa líquida encontraron un precedente en la India. Antes habían visto cosas similares pero en este caso usaban arroz blanco y la mezclaban con legumbres. En el momento de la creación ellos no habían copiado recetas, se habían dejado llevar por la intuición. Me recordó al mito en torno al nacimiento del sándwich, y a un rey demasiado ocupado como para abandonar su partida de ajedrez.
Rober siente que el camino va por el lado de la enseñanza más que por la comercialización del producto, necesita transmitirlo, y que cada uno valore su tiempo y su alimentación, que encuentre el equilibrio y su propia creatividad.
-Yo no soy estricto ni conmigo ni con nadie. Te puedo mostrar el ideal que es para mí la alimentación viva, que no le resta a tu cuerpo el potencial enzimático. En la frugívora, se le dice "alimento fisiológico" a lo que te brinda la naturaleza en forma de fruto, en donde no tenés que matar a la planta. Yo suelo decirles a los alumnos de los talleres "ubicate en tu proceso". Lo que aprendí en este tiempo es que no me tengo que intoxicar, ni tapar mis canales para que la energía fluya. Es de la que hablan los pránicos. De todo lo que leí, me llegó y me resultó práctico Nestor Palmetti , también Ariel Rodríguez Bosio. Cada uno me ayuda a que yo me encuentre.
Me contaron que muchos alimentos pierden sus enzimas al ser cocinados, por eso es importante consumirlos crudos. Las enzimas son proteínas importantes para que los procesos químicos se aceleren dentro de nuestro organismo, la mejor forma de incorporarlas es a través de la alimentación viva. También son partidarios de eliminar la leche de la dieta. Ya lo mencioné en otro post, existe un cuestionamiento al producto . Los veganos consideran que la única leche que debería consumir el ser humano es la materna y que después ya no es necesaria. Si bien tiene calcio, su acidez se lo quita a nuestro organismo y a nuestros huesos.
Ellos se encuentran dentro del grupo de personas que quieren romper con el paradigma de "desayunar como un rey". Como nuestro cuerpo procesa los alimentos del día anterior, al levantarnos recién se está depurando. Por lo general toman un jugo de limón exprimido, algún cítrico que ayude en el proceso de limpiar los intestinos. Más tarde se puede incorporar alimentos de forma progresiva: frutas que pueden ser manzanas o mandarinas. La energía no va a faltar.
Mientras me convidaban un licuado recién hecho de manzana y remolacha, se entusiasmaron con las cosas que ganaron al entrar en el proceso de desintoxicación. No se consideran ejemplo, cuando van a bailar a las milongas por ahí toman un poco de alcohol o café, pero ellos son conscientes de su elección. Saben que rinden mejor cuanto más livianos estén. También hablaron de las cosas que dejaron de usar en su camino ecológico, limpian pisos con vinagre, lavan sin detergente ya que no necesitan sacar grasas. Y al hablar de las grasas comentaron que no hay que eliminarlas ya que son imprescindibles, recomendaron comerlas en palta, girasol y amaranto.
Rober y Carla cambiaron de estilo de vida por distintas decisiones que en su momento los puso en un lugar que tal vez no imaginaban. Saben que pertenecen a una minoría de los que eligen vivir dentro del sistema pero sin seguir los mandatos al pie de la letra. También saben que el planeta tiende a equilibrarse y que toda fuerza o corriente tiene su fuerza opuesta.
-Nosotros empezamos este camino para cuidarnos, pero también vemos que con nuestro consumo ayudamos al entorno y eso nos trae felicidad. Nos sentimos mejor, con más energía. Ya no recuerdo lo que era un dolor de cabeza –dijo Carla.
El proceso se inicia con el arroz yamaní, doce horas en remojo. Puede ser otro cereal. También se le puede agregar hojas verdes a la preparación.
Una vez procesado con un poco de agua y sin hervir, se vuelca en una plancha o panquequera.
El relleno tiene cientos de variantes, es preferible que la verdura esté cruda pero también puede ser cocida al vapor, si es necesario.
La opción dos tiene coliflor en su relleno. Arriba está gratinada con queso de papa y tiene un toque de horno.
Para preparar queso de papa se licúa la papa y se puede agregar castañas de cajú y garbanzos para que tenga más consistencia, un poco de sal marina o de roca.
Disfruté cada bocado y hasta hubo un postre con aceite de coco: espectacular. Ahora tengo ganas de hacer el taller y probar todas las posibilidades que se pueden preparar con MasaLíquida. Agradezco de corazón la charla y un almuerzo tan especial.
Si quieren contactarlos, pueden hacerlo por FB a MasaLíquida, Masas sin Harinas o escucharlos todos los martes en Ensalada Verde.
Hay clases para grupos y particulares.
Espero que se animen a probar esta opción genial para reemplazar las harinas.
¡Besos!

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