Raid fotográfico en busca de perros libres
La alemana Jutta Riegel recorrió de punta a punta la Argentina para retratar a los protagonistas de su libro
4 de noviembre de 2012
Jutta Riegel, en acción
No sabía nada de nada sobre la Argentina. Un amigo recién llegado de viaje le recomendó nuestro país y hasta acá se embarcó. Un recorrido de un mes de norte a sur fue suficiente para que Jutta Riegel se convenciera de que no quería vivir más en Berlín. Su lugar estaba en América. Probó un tiempo en Ecuador y en Uruguay, pero Tilcara la cautivó.
Luego de algunas idas y venidas a Alemania, donde trabajaba en el negocio inmobiliario, se radicó en el pequeño pueblo de la quebrada de Humahuaca, en Jujuy, y se dedicó, ya de forma profesional, al hobby que le quitaba el sueño: la fotografía.
Después de dos años de trabajo y de muchos viajes más de norte a sur, acaba de publicar su primer libro de fotos, Perros sin collar, de Ediciones Larivière con protagonistas de todos los rincones de la Argentina.
"Mi sueño siempre fue hacer un libro de fotos, pero no sabía sobre qué. Por Tilcara suelo caminar con mis dos perros, San y Negro, que me acompañan siempre. Otros perros de la calle nos seguían y ahí se me ocurrió la idea", cuenta esta alemana de paso por Buenos Aires y en camino a Puerto Madryn.
Así empezó a retratar a los perros del pueblo sin dueños, mientras pasean, comen, juegan. Y el recorrido siguió por todo el país, ya con el objetivo de hacer un libro. En total estuvo casi cuatro meses de viaje por la Argentina, recorrió cerca de 20.000 kilómetros y consiguió imágenes de más de 2500 perros.
"Lo más impresionante fue cuando fui a tres villas de Buenos Aires con custodia policial en busca de perros para el libro, una experiencia realmente diferente", recuerda en un español que todavía le cuesta.
En el libro, de 140 páginas, se ven perros de todas los colores y tamaños, felices, tristes, buscando comida entre la basura y afecto entre manos desconocidas.
"Me sorprendió la cantidad de perros abandonados. Sobre todo en el norte y en la costa atlántica en los meses de verano, en la ruta."
Por ahora seguirá un tiempo más en Tilcara: "Me siento una tilcareña más, aunque rubia; soy la única alemana en todo el pueblo", y continuará con la fotografía. Tiene varias ideas en mente, quizás un libro de fotos sobre pesca artesanal en Puerto Madryn, quizá sobre la Puna.
"En Alemania no tienen ni idea qué es la Puna, como si fuera de otro planeta; así que sería una buena idea presentarlo allá", se entusiasma.
De lo que sí está segura es que no volvería a vivir en Berlín nunca más. La Argentina, por un largo tiempo, seguirá siendo su hogar.