Muchas de las rutinas cotidianas de manejo y cuidado de tu pelo son la causa del daño y deterioro de este. Son esas cosas que hacemos todos los días y que, sin saber, terminan dañando nuestro pelo. Llevando a cabo ciertos cuidados simples podés revertir la situación.
Seguí los siguientes consejos y descubrí la diferencia:
1. Siempre optá por tinturas sin amoníaco.
2. Nunca cepilles tu pelo si está mojado. Usá un peine de dientes anchos.
3. La clave está en la hidratación: tomá más de 2 litros de agua por día y hacé un tratamiento hidratante para tu pelo por mes (cómo mínimo).
4. Cepillá tu pelo seco empezando siempre por las puntas y subiendo de a poco.
5. Seguí una dieta rica en proteínas.
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