Subir para ver más allá
Un proyecto de turismo comunitario promueve los atractivos del barrio del Cerro
11 de abril de 2010
MONTEVIDEO.- Parece que estuviera más lejos de lo que realmente está, incluso geográficamente.
La Villa del Cerro -o simplemente el Cerro- hacia el oeste de la ciudad, cruzando el puente Eugenio Garzón, es de las zonas más postergadas de Montevideo y carga con un pasado no tan lejano de barrio marginal y peligroso.
El barrio, de calles empinadas y vistas panorámicas de la ciudad, estuvo históricamente vinculado con la industria de la carne, primero con saladeros y después, frigoríficos. Todavía quedan en pie los edificios donde funcionaron, como el Swift o el Nacional.
Es una zona donde se instalaron los inmigrantes y todavía siguen viviendo descendientes de lituanos, eslavos, croatas, chipriotas, griegos, bosnios, gallegos, italianos y africanos. Hasta en sus comienzos, allá por 1835 se la bautizó como Villa Cosmópolis.
Hace unos pocos años, para intentar deshacerse del estigma, surgió entre los vecinos un proyecto de turismo comunitario para difundir el patrimonio cultural del barrio, con base en el Centro Cultural Florencio Sánchez.
"El proyecto nace hace unos cinco o seis años, al principio como una feria cerrense de artesanías y artes, y luego se sumó la propuesta de mostrar el barrio. La idea generadora siempre fue la de deslindar al barrio de zona marginal y mostrar las riquezas que tiene", cuenta Elder Silva, director del Centro Cultural Florencio Sánchez, poeta y uno de los encargados de esta nueva faceta turística del barrio.
Lo mejor es ir por cuenta propia, acercarse al centro cultural y recorrer los sitios más atractivos.
Museo y circuito
El lugar más conocido y representativo es la Fortaleza del Cerro. Primero se construyó por orden de la corona española hacia el año 1800 un faro, el primero del Río de la Plata, y luego la fortaleza. Desde arriba se tiene una amplia vista de la ciudad, que se ve casi de frente.
Después de descubrir los edificios a la distancia se puede visitar el Museo General Artigas, sobre historia militar. Está abierto de miércoles a domingo, de 10 a 18.
También se destaca el Memorial de los Desaparecidos del gran parque Vaz Ferreira, rodeado de pinos y ceibos.
Lo ideal es caminar por las calles del barrio y desandar los circuitos artísticos. Hay un gran mural de 200 metros de Leopoldo Nóboa, obras del artista popular Guillermo Vitale, los paneles de Lino Dinetto en la iglesia de Nuestra Señora de la Ayuda y vitrales caucásicos de la iglesia La Virgen de Fátima.
"Para recorrerlos hay que dedicarle no menos de tres horas. El Cerro es un lugar para el recogimiento y para llenar los ojos de colores", recomienda Silva.
El epicentro de esta movida turístico-cultural es el Centro Cultural Florencio Sánchez. "Es un proyecto municipal, con un gran diálogo con la comunidad. Y eso hace del centro un lugar de referencia en el barrio. Además de los espectáculos, la sala de exposiciones y las funciones a toda hora, el centro tiene unos 500 talleristas que se acercan en forma gratuita a las artes escénicas, la danza, la fotografía y el video, entre otras.
DATOS UTILES
Cómo llegar
- El colectivo 125 desde el centro de Montevideo llega hasta el Cerro.
- También se ofrecen cruces en lanchas y un paseo guiado.
Más información
Centro Cultural Florencio Sánchez. Grecia 3281, entre las calles Inglaterra y Norte América. 00598 2 3119011