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Tocar la luna




-Mami, si crezo ...¿voy a poder tocar la luna? –me tiró China la noche del viernes, mientras caminábamos solas rumbo a la pizzería.
-Nooo. No, no se puede tocar la luna, por mucho que crezcas. Está muy lejos.
-¿Y los bishos la tocan?
-Tampoco. No llegan tan arriba.
-¿Hasta acá llegan? –y me hace una marca con la mano a la altura de su coronilla.
-Más o menos, también llegan más alto... pero no hasta la luna.
-¿Y qué hace ahora?
-¿Quién, la luna?
-Sí. ¿ Dorme ?
-Sííí... Está durmiendo porque es muy tarde.
-¿Y cómo dorme ? ¿Así? -y se retuerce toda... aclaro que la luna estaba en cuarto creciente esa noche.
-...
-¿Y ya comió?
-No, no, la luna no come.
-¿No come arroz la luna? -Yo me río, agarro un papel, porque no quiero olvidarme de los dichos de mi nena… ella deduce que en algo está acertando con sus preguntas, así que continúa:
-¿Y morrón? ¿No come morrón la luna?
-No, ni morrón ni arroz... La luna no come.
-¿Por qué no come?
-No sé, porque no tiene boca.
-¿Y cómo crece?
-...
No supe qué responderle.
Lo que sí quedó confirmado: mi niña tiene intereses más "elevados" que el de ser una Susanita. Ahora sueña, como anoche le diera a su padre, "con tocar la luna", como pueda. Confieso que por primera vez no quisiera que su deseo se cumpla... en vida. Si le interesa el tema, bueno, bienvenidas sus inquietudes astronómicas, pero ni me imagino el julepe que puede agarrarme de pensar a mi niña emprendiendo viajes tales.
¿Cuánto miraron la luna de niños? ¿Cuánto la miran todavía?
Una confesión triste: si no fuera por China, no sé cuánto repararía en ella. ¿Será que el horizonte tan hiper-poblado hace que me olvide de su presencia? Hace unos cuantos años, unos 7, tuve una etapa místico delirante (y bien divertida) en la que, con una amiga (en condiciones similares) me juntaba algunas noches de luna llena a jugar a ser lobas-pitonisas. Hacíamos unos círculos con cartas y velas y lo de siempre, aprovechábamos la movida para pedir deseos, personales, colectivos, del tipo que fueran... Quizás deba "sacudirme los prejuicios", como una vez dijo una de ustedes y volver a conectarme con la luna como lo hacía en aquella época. ¿Quién les dice?
¿Ustedes qué me cuentan?
Instalación ´Despierta la Luna´, de María Paula Condomí Alcorta

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Debería haberla llevado a China a la instalación

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