Un chapuzón de conciencia ambiental

En el país hay 19 humedales reconocidos por Ramsar, el organismo mundial que los agrupa. Son lagunas y salares altoandinos, mallines patagónicos, turberas, pastizales inundables, lagunas pampeanas, bosques fluviales, esteros, bañados y zonas costeras marinas.

El miércoles último se celebró el Día Mundial de los Humedales, al cumplirse 40 años del Convenio de Ramsar, un tratado internacional firmado en esa ciudad iraní cuyo objetivo es la conservación y el uso racional de este tipo de zonas.

Hay 1912 humedales reconocidos en el mundo, que abarcan un total de 187 millones de hectáreas. En la Argentina, los de mayor superficie son las lagunas altoandinas y puneñas (1.228.175 ha), en Catamarca; los bañados del río Dulce y laguna de Mar Chiquita (996.000), en Córdoba, y las lagunas de Guanacache,

Desaguadero y del Bebedero (962.370), en Mendoza, San Juan y San Luis. El más pequeño de los registrados es la Reserva Ecológica Costanera Sur (353).

En el sitio oficial de Ramsar ( www.ramsar.org ), se destaca la importancia del turismo en relación con los humedales, ya que en muchos casos genera ingresos para las comunidades locales. El informe destaca, por ejemplo, el buceo recreativo en los arrecifes de coral del Parque Marino Nacional de Bonaire (Antillas Holandesas), que aporta anualmente 30 millones de dólares a la economía de la isla. También, 1,6 millones de viajeros que llegan cada año al Parque Marino de la Gran Barrera de Arrecifes, en la costa este de Australia, y el medio millón que va a Francia para recorrer los jardines de agua que inspiraron las pinturas de Monet sobre los nenúfares.

Asimismo, advierte que el turismo no sostenible es una causa importante de pérdida y degradación de los humedales en muchos países.

Los humedales se caracterizan por ser, en general, ideales para la observación de aves, actividad que crece en el mundo y encuentra en América del Sur el continente perfecto, por la gran variedad de especies. "Además de ser poseedores de una gran significación sociocultural, que acerca al ser humano a la naturaleza a través de la recreación y el turismo, estos ecosistemas amortiguan el CO2 que se emite a la atmósfera al incorporar el dióxido en sus estructuras vegetales", informa la asociación Aves Argentinas ( www.avesargentinas.org ), que desde 1916 trabaja para la conservación de las aves silvestres y sus ambientes.